(PD).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha estimado que el déficit presupuestario de España este año equivaldrá al 6,1% del Producto Interior Bruto (PIB) y al 6% en 2010, una cifras superiores a los pronósticos del Gobierno ZP.
Estas cifras superan el déficit del 5,8% del PIB que prevé el Gobierno español para este año y el 4,8% para 2010, según se desprende de un informe sobre el estado de las finanzas públicas elaborado por el organismo internacional.
La crisis empeora, lo que obliga a los países ha incrementar sus gastos para intentar reactivar la economía. Las últimas previsiones del FMI estiman una contracción del 1,7% del PIB español este año y un 0,1% en 2010.
Las proyecciones del FMI colocan a España como uno de los países con peores perspectivas de déficit presupuestario en 2009, puesto que sólo se ve superado por el 12% previsto para EEUU (en línea con la Administración Obama), el 8,5% de la India, el 7,2% de Reino Unido y el 7,1% de Japón.
Asimismo, los augurios de la institución internacional anticipan un déficit presupuestario del 6,2% para los países que conforman el G-20, que pasaría a ser del 5,3% en 2010.
Los esfuerzos del Gobierno por hacer frente a la crisis hicieron que el déficit de las Administraciones Públicas españolas sumase 41.874 millones de euros en 2008, el 3,82% del PIB.
Los gastos del Estado pusieron fin a tres años de superávit, el último, 2007, del 2,2% del PIB, según los datos del Ministerio de Hacienda. El déficit de las Administraciones Públicas se debió a los saldos negativos que registraron el Estado (el 2,74% del PIB), las comunidades autónomas (1,45%) y los ayuntamientos (0,39%), que no se pudieron compensar con el superávit de la Seguridad Social, que fue del 0,76% del PIB.
«Va a llevar mucho tiempo hasta que el crecimiento potencial vuelva al nivel normal, así que tenemos que pensar en que los impulsos fiscales duren bastante», explicó Olivier Blanchard, economista jefe del Fondo.
«En este momento, los gobiernos deberían estar pensando más en 2010 y quizá en 2011», explicó, pues el mejor estímulo son los proyectos de infraestructura, que se tardan algún tiempo en poner en marcha, añadió.
