(PD).- El Presidente del Gobierno está sonado por la crisis. Zapatero está convencido de que ha situado a España en el reducido y exclusivo G-20. «Un logro evidente es la participacion, y consolidación de España en el G-20. Somos en la escena internacional un país, distinto, desde nuestra consolidación en el G-20. Más relevante, más fuerte«, ha afirmado el presidente. La realidad es bien distinta.
España no forma parte del G-20, que fue creado en 1999 en respuesta a las crisis financieras de finales de los 1990 y al creciente reconocimiento de los países emergentes.
Los miembros del G-20 son los ministros de Economía y los gobernadores de los bancos centrales de 19 países: Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Arabia Saudí, Sudáfrica, Corea del Sur, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos.
Además, la Unión Europea también es miembro y está representada por el presidente de turno del Consejo y por el presidente del Banco Central Europeo (BCE).
La próxima cumbre del G-20 en Londres contra la crisis económica global contará con un invitado, España. Invitado, no miembro, aunque así lo crea -o lo quiera vender- Zapatero.