El Nobel Krugman confiesa a Zapatero que le «aterra» la economía española

Paul Krugman
Paul Krugman

El Nobel de Economía y gurú del presidente del Gobierno, Paul Krugman, está “aterrado” por la situación de la economía española y urge a acometer reformas estructurales de calado. Zapatero afirma que eso es también lo que él opina y pone como ejemplo el Plan E.

Zapatero mantuvo este lunes un desayuno de trabajo con Krugman, con quien coincidió en la necesidad de emprender reformas de carácter estructural para favorecer la salida de la actual crisis financiera y económica internacional.

Las que el Ejecutivo pondrá en marcha próximamente se enmarcarán en el llamado Plan E, la estrategia que engloba todas las medidas económicas, financieras y fiscales que el Gobierno aplicará para recuperar la senda de crecimiento y creación de empleo, añadieron las fuentes.

Dentro de las actuaciones contempladas en ese plan y que aún no se han llevado a cabo figura la creación de una mesa de trabajo con otras formaciones políticas para consensuar las reformas que España emprenderá para modernizar la economía, lo que pasa por mejorar la productividad de sectores fundamentales como el transporte, la energía, las telecomunicaciones, los servicios y la administración.

Krugman subrayó que «sólo con la máxima coordinación y cooperación» entre los países de la UE se podrá salir de la crisis, una visión con la que coincide Zapatero, quien le recordó que él siempre ha abogado por las «soluciones globales» en todos los foros internacionales en los que ha participado y que de él partió la iniciativa de convocar una reunión de jefes de Estado y de Gobierno del Eurogrupo en octubre pasado.

Reunión del G-20

De otro lado, Krugman calificó de «positivo» el papel de liderazgo que está ejerciendo Zapatero para salir de la crisis, al tiempo que enumeró las cuestiones que demuestran la «debilidad» de España para salir de esta situación y que, según él, son la caída en el sector de la construcción, el déficit por cuenta corriente y el endeudamiento «excesivo» de empresas y familias.

Por último, los dos intercambiaron impresiones sobre la próxima cumbre del G-20 el dos de abril en Londres. Zapatero se mostró convencido de que de esa reunión saldrán medidas relevantes para salir de la crisis, entre otras cosas porque tendrá lugar con una Administración estadounidense suficientemente asentada, a diferencia de la anterior reunión en Washington, que coincidió con el traspaso de poderes entre una y otra.

Krugman, que se encuentra de visita en España desde hace días, aseguró el viernes pasado que la salida de la crisis en España será «extremadamente dolorosa» y consideró que este país necesitaría una deflación relativa del 15 por ciento para salir de esta situación.

Transición económica

El jefe del Ejecutivo ha apelado hoy al esfuerzo de todos los ciudadanos para lograr la transición hacia una economía basada en el conocimiento y la innovación, una «tarea colectiva» comparable, a su juicio, a la transición política de los años 70 y 80.

Zapatero, en las jornadas Innovae organizadas por el Ministerio de Ciencia e Innovación, ha recordado cómo España se embarcó entonces «con valentía e inteligencia» en el necesario proceso de modernización de su marco institucional, de su modelo de convivencia y de su estructura productiva.

Tres décadas después, ha añadido, el «desafío» para superar la crisis es la transición hacia una economía más competitiva, con sectores menos inflacionistas y empleos de más valor añadido y, para ello, la innovación es «la gran palanca».

«No saldremos de esta crisis debilitando nuestro sistema social, sino fortaleciendo nuestro sistema productivo», ha garantizado.

Tras señalar que el principal factor diferenciador de la crisis española es la destrucción de empleo, ha recordado las iniciativas puestas en marcha para paliar esta situación, «cuyos efectos se harán más notorios en los próximos trimestres».

LO QUE ESCRIBE KRUGMAN EN THE NEW YORK TIMES

Europe is turning out to be structurally weak in a time of crisis.

The biggest question is what will happen to those European economies that boomed in the easy-money environment of a few years ago, Spain in particular.

For much of the past decade Spain was Europe’s Florida, its economy buoyed by a huge speculative housing boom. As in Florida, boom has now turned to bust. Now Spain needs to find new sources of income and employment to replace the lost jobs in construction.

In the past, Spain would have sought improved competitiveness by devaluing its currency. But now it’s on the euro — and the only way forward seems to be a grinding process of wage cuts. This process would have been difficult in the best of times; it will be almost inconceivably painful if, as seems all too likely, the European economy as a whole is depressed and tending toward deflation for years to come.

Does all this mean that Europe was wrong to let itself become so tightly integrated? Does it mean, in particular, that the creation of the euro was a mistake? Maybe.

But Europe can still prove the skeptics wrong, if its politicians start showing more leadership. Will they?

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