(PD).- El presidente de EE UU, Barack Obama, ha vuelto a considerar «indignante» el cobro de comisiones millonarias por parte de los ejecutivos de AIG, una de las empresas que más ayuda ha recibido por parte del Gobierno.
«En los últimos seis meses, AIG ha recibido sumas considerables del Tesoro de EE UU (…) en estas circunstancias, es difícil de entender que estos agentes de derivados cobren algún bonus, mucho menos que cobren una paga extra de 165 millones», ha asegurado añadido Obama, visiblemente indignado.
«¿Cómo justifican este ultraje a los contribuyentes que han mantenido la compañía a flote?», se ha preguntado en una comparecencia en la Casa Blanca antes de reunirse con los representantes del pequeño comercio.
Obama, que ha ratificado la posición de su gobierno, que ayer calificó el cobro de estas primas como «escandaloso», ha asegurado que ya ha pedido al secretario del Tesoro,Timothy F. Geithner, «que persiga cualquier camino legal para bloquear estos bonus y restituir a los contribuyentes».
«A lo largo y ancho del país hay gente que trabaja duro y cumple con sus obligaciones todos los días, sin beneficiarse del rescate del Gobierno (…) todo lo que piden, desde Main Street (símbolo del americano de a pie) a Wall Street, es jugar con las mismas reglas», ha añadido Obama. El Gobierno de EE UU ha dado ya 170.000 millones de dólares a A.I.G, de la que posee cerca del 80%.
Dificultades
«Obviamente no vamos a vulnerar la ley, pero existen una serie de argumentos legales», ha asegurado a este respecto el miembro del consejo de asesores económicos de Obama, Austan Golsbee. El problema para Obama y su equipo es que no pueden utilizar la ley que promulgaron para limitar este tipo de primas y el sueldo de los directivos porque recogía, expresamente, la no retroactividad de la norma, es decir, la imposibilidad de aplicarla en el caso de los contratos, como estos de AIG, firmados antes de la aprobación de la ley.
La propia aseguradora, otrora gigante mundial en el sector, asegura que está obligada por ley a cumplir con los contratos que tiene firmados con sus agentes. No es el primer escándalo de este tipo. Ya en febrero se supo que altos ejecutivos de Merrill Lynch recibieron importantes primas justo antes de que el banco fuera rescatado por el Gobierno e integrado en Bank of America.
Por otra parte, el fiscal general del Estado de Nueva York, Andrew Cuomo, ha remitido una carta al presidente y consejero delegado de la aseguradora AIG en la que solicita información al respecto.
