Florentino Felgueroso: «No habrá cambio de modelo productivo sin una reforma laboral»

Florentino Felgueroso: "No habrá cambio de modelo productivo sin una reforma laboral"

(PD).- Florentino Felgueroso es uno de los muchos expertos de economía que acaban de presentar una propuesta para la reactivación del empleo y la economía. Este profesor de la Universidad de Oviedo e investigador de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA) ve necesario un cambio de modelo que se aleje del ladrillo incentivando otras áreas.

¿En qué consiste su propuesta?

Incide en explicar que el mercado de trabajo presenta muchas ineficiencias y, si no las corregimos, la reactivación será muy complicada. Lo hacemos a través de cuatro líneas básicas: el sistema de contratación, la protección de empleo, el sistema negociación colectiva y las políticas de empleo.

Las diferecias entre fijos y temporal son tan amplias que pueden constituir un freno al cambio de modelo productivo y provocan sistemas injustos. También proponemos que, en los primeros meses, la prestación por desempleo se acerque al salario (que no sea el mismo porque se desincentivaría la búsqueda de empleo). Luego esa relación decrecería gradualemente.

Además, el sistema laboral es muy rígido y debe modernizarse, mientras que las políticas de empleo deben ser más individualizadas y tiene que haber una evaluación de las mismas.

Con el poder que tienen en España ciertos agentes, ¿no es un poco utópica esta propuesta?

Hay que recordar que esta propuesta no viene de ninguna institución mientras que se nos está atacando frontalmente. Evidentemente es utópica en el sentido de que los agentes sociales amenazan con una huelga general si se presentan medidas de este tipo. Parece que hemos tocado sensibilidades, pero si no se llevan a cabo, la reactivación es imposible. No habrá cambio de modelo productivo sin una reforma laboral

¿Ha sido ése un problema común a la hora de llevar políticas económicas: la excesiva politización?

Fíjese que lo primero que han preguntado es de qué lado viene. Parece que en este país no puede haber una posición independiente. Está demasiado politizada. Hay demasiados temás tabúes en los que ni siquiera nosotros hemos querido entrar -como algunos agentes sociales-, que provocan efectos negativos.

¿Y de los partidos han recibido apoyo?

Desde los no mayoritarios bastante. Por ejemplo, con CiU hubo un acuerdo que duró unas horas. Del PSOE, sabemos que Alfonso Guerra o Solchaga apoyan la propuesta. En el PP también, pero el temor a enfrentarse a una huelga general ha hecho que no la precisen. Suponemos que pasadas las elecciones ya se darán los primeros pasos.

Con ese temor a los sindicatos va a ser difícil una reforma laboral.

Tendrá que llegar. Hace poco escribíamos un artículo sobre el caso holandés, donde hay reformas cada año porque todos los agentes saben que son necesarias. El paso decisivo aquí lo tiene que dar el gobierno, sea del partido que sea. Lo malo es que hubo huelgas generales y entiendo que los partidos teman que se repitan.

¿Cómo explicaría la bajada del paro del último mes, brotes verdes o puro maquillaje?

Maquillaje no, pero brote verde tampoco. Nunca -salvo en 2005 por un reajuste- había habido un descenso tan importante del paro en la construcción. Es puntual y tiene mucho que ver con los planes de inversión local que han repercutido principalmente en la construcción. Veremos los brotes porque habrá una fase expansiva, pero el futuro dependerá de lo que hagamos ahora.

¿A partir de 2012, como dicen algunos expertos?

No me atrevo, no tengo espíritu de coyuntura. Lo más importante es que crezcamos con empleo de calidad.

¿Ha pecado Zapatero de cierto optimismo con el Plan E y la inversión regional cuando hace falta una política más pragmática?

Estas políticas contienen la destrucción del empleo, pero son muy costosas y sesgadas. Si hablamos en cambio de modelo productivo, no podemos depender tanto de la construcción y estos empleos deben desaparecer. Hay que prepararse para crecer en otros sectores.

Luego hay, por parte sindical, un mensaje bastante erróneo para que cambiemos nuestra forma de pensar y comportamiento. Las empresas no funcionan así: dependen de los incentivos y restricciones que les impongan.

En ese sentido, ¿se aprecia una falta de ‘educación económica’?

El número de parados es el que es. Pero lo que más me preocupa es la cifra de formación de empleados y desempleados. Ahí estamos a la cola de Europa y tiene mucho que ver con agentes económicos y sociales. Nuestra formación continua está monopolizada por sindicatos y patronal. Tiene que haber un mercado de formación que no esté controlado por instituciones; por eso proponemos la creación de un fondo para la formación, similar al que utilizan en Austria y Holanda.

¿De qué tipo?

Para cambiar el modelo productivo es necesario cambiar la asignación de recursos humanos, movimiento en el sector. El sistema de indemnizaciones por despido es tan rígido que no hay ningún incentivo para cambiar de empresa. España ha sufrido muchos cambios y las políticas de empleo no han reaccionado. Hay que dar pasos.

Sabemos que el marco laboral provoca muchas injusticias, pero no entendemos que parte de los agentes sociales no hablen de ellas ni las asuman. Puedes llegar a pensar que estamos en un mundo donde a los agentes sociales no les interesan todos los trabajadores, sólo unos pocos.

Si uno mira el discurso sindical, en el 80% se habla de las pensiones. ¿Por qué? Porque el votante medio sindical está en torno a los 50 años. Todo es muy racional, pero es un flaco favor a la economía y el crecimiento.

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