El interés de dos grupos por hacerse con la planta de Clesa en Caldas de Reis (Pontevedra) aplazará «unos días» la aplicación del ERE extintivo que la administración concursal presentó el pasado 4 de agosto a los trabajadores de la fábrica, según han confirmado a Europa Press fuentes de la Consellería de Economía e Industria. El expediente de regulación tenía un mes, desde entonces, para materializarse.
Los interesados en adquirir las instalaciones de Saiar son un grupo de cooperativas lácteas de Galicia liderado por Feiraco y otro de empresarios vinculados con la provincia de Pontevedra, según han señalado a Europa Press fuentes del sector.
En declaraciones a Europa Press, la presidenta del comité de empresa, Dolores Ramos, ha destacado que los administradores de la planta «conocen la situación» y no plantearon «ningún problema» ante la posibilidad de que la situación se resuelva la próxima semana, cumplido el plazo previsto inicialmente.
En una reunión este miércoles, el conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra, dio a conocer a los empleados y al alcalde de Caldas de Reis, Juan Manuel Rey, que dos grupos muestran «cierto interés» por el futuro de las instalaciones –del Grupo Nueva Rumasa, que entró en concurso de acreedores el pasado 30 de mayo–.
«Durante el mes de agosto se mantuvieron diferentes encuentros y contactos con potenciales inversores que mostraron su interés en la planta de Caldas», señalan fuentes de la consellería y añaden que dos de ellos presentaron dos planes para desarrollar sus proyectos.
Sobre las eventuales operaciones, «que están sobre la mesa», Ramos ha resaltado que ambas plantean «el mantenimiento de la plantilla», si no en su totalidad –son 150 trabajadores–, sí a través de la aplicación de un ERE rotativo como el que se aplica en la actualidad.
Esto supone «evitar el –ERE– extintivo», por lo que es «una buena noticia, salga como salga», ha incidido la presidenta del comité de empresa, que agrega que las conversaciones se centran ahora en cuestiones «puramente económicas».
Por su parte, el secretario xeral de Unións Agrarias (UU.AA.), Roberto García, en declaraciones a Europa Press ha reclamado un posicionamiento del Gobierno gallego «en su conjunto», ya que, a juicio del sindicato, no solo se trata de un conflicto laboral sino que la situación en Caldas tiene que ver «con un sector estratégico» para Galicia.
Así, ha pedido la intervención de la Consellería de Medio Rural, responsable del ámbito de la producción láctea, ya que «no se entiende el secretismo y que la única interlocutora sea la Consellería de Industria». «Se echa en falta que la Xunta le dé dimensión al proyecto. No nos da igual que sea cualquiera», ha apostillado, por el futuro comprador de la fábrica.
