Nuestros mayores gozan de altos niveles de bienestar,… al menos por ahora. Según el Global Age Watch Index, 2014, España es el 21º país de mundo por calidad de vida de las personas de edad. Según el informe, la esperanza de vida al cumplir los 60 años es de 25 años, de los cuales 18,9 se disfrutan con buena salud. Además, el 68% de los mayores de 65 años percibe una pensión. Los ajustes a la crisis, sin embargo, han disminuido sus niveles de bienestar, mientras que el invierno demográfico amenaza seriamente los de los jubilados futuros: en 2050 el 40,2% de la población tendrá más de 60 años, frente al 23,4% actual.
Lo mejor que tiene España para los mayores es el sistema público de salud. De acuerdo con los resultados del informe, nuestro país es el tercero mejor del mundo en este ámbito debido a la accesibilidad y universalidad del servicio público de salud, lo que ha contribuido a que nuestro país sea el segundo del mundo en esperanza de vida, después de Japón. Gracias a ello, incluso, los españoles son muy equilibrados en términos psicológicos: el 95,4% de los mayores de 50 años consideran que su vida tiene sentido, según el estudio.
El ambiente que rodea a los mayores también explica la buena clasificación de España. El 86% de los mayores de 50 años tiene amigos o parientes con los que puede contar en caso de problemas, aunque están aumentando los casos de soledad y no existen muchos recursos sociales para los mayores en este terreno. A su vez, el 68% declara sentirse seguro al pasear de noche por la calles. El 75% se encuentra satisfecho con las posibilidades de elección en su vida. Y el 71% se encuentra satisfecho con los sistemas públicos de transporte, que son fundamentales para la movilidad de las personas de edad, si bien estos dos últimos indicadores vienen deteriorándose desde el comienzo de la crisis como consecuencia de la misma.
España solo lo hace moderadamente bien en lo que se refiere a la seguridad de los ingresos. El 68,2% de los mayores de 65 años recibe una pensión, gracias a la cual su nivel de renta se sitúa en el 96% del promedio del resto de los españoles. La crisis, sin embargo, afecta de forma negativa al bienestar de los mayores, debido a la congelación de las pensiones en los últimos años y a que muchas personas de edad tienen que apoyar financieramente a sus descendientes. Además, el envejecimiento de la población obligará a nuevos ajustes de las pensiones a través del factor de sostenibilidad, congelando su crecimiento o reduciendo la cuantía de estas prestaciones.
Donde peor puntúa España con más diferencia es en la capacidad de los mayores para mantener y mejorar sus niveles de bienestar. Aquí nuestro país ocupa el puesto 56º entre 164 países. El 43,9% de los mayores de 55 años no trabaja, por estar en paro o por haberse acogido a la jubilación anticipada, lo que disminuye o anula su capacidad de acceso a redes laborales o de conseguir un ingreso con el que poder complementar su pensión. Además, solo el 43,4% de los mayores de 60 años cuenta con estudios secundarios o universitarios. El nivel de estudios permite deducir la capacidad de una persona para conseguir una renta.
Esta es la fotografía de la calidad de vida y el nivel de bienestar de los mayores en la España de 2014. ¿Qué pasara en la de 2040 cuando haya un jubilado por cada dos trabajadores, según las estimaciones de Naciones Unidas?
