El 60% de los españoles quieren seguir trabajando para la empresa que los emplea en la actualidad. Pero no se engañen, no se trata de fidelidad a la compañía que les paga todos los meses su sueldo, ni de que se sientan allí de maravilla, ni de que les guste especialmente lo que hacen. No. La razón de no querer cambiar de empleo es que la gran mayoría de ellos, en concreto el 74%, consideran que no podrán encontrar un trabajo equiparable al que tienen en estos momentos.
Esta es una de las principales conclusiones del capítulo para España que se extrae del Barómetro 2015 de Edenred-Ipsos. El documento analiza catorce países europeos muy dispares -Alemania, Bélgica, España, Francia, Italia, Suecia, Reino Unido, Polonia, Rumania, Turquía, Finlandia, Austria, República Checa y Holanda- en los que ha entrevistado a un total de 13.600 personas para conocer sus opiniones en relación al mundo del trabajo. Según el estudio, los españoles se encuentran entre los europeos que menos confían en poder conseguir un empleo en las mismas condiciones que el que tienen ahora. Solo el 26% cree que podría conseguirlo, frente a un promedio en Europa del 37%. Sin duda, esta actitud tiene que ver con que el ajuste a la crisis se está produciendo vía salarios: en muchas ofertas de trabajo ahora se paga un 20% y hasta un 25% menos de lo que se pagaba antes de la crisis.
Ahora bien, la principal preocupación de los españoles en relación con su trabajo no es el salario. Esto solo le inquieta al 31%. La primera preocupación tiene que ver con la continuidad en el empleo. Dicho de otra forma, el 44% de los españoles teme que pueda perderlo, debido a los problemas que pueda experimentar la empresa que los contrata, frente a un 33% de los europeos, para quienes lo más importante es el salario (39%). Lo menos importante para los españoles (25%), como para los europeos (28%) es el número de horas de trabajo y su distribución.
La preocupación por la posible pérdida del empleo explica otro de los resultados de la encuesta: que el 70% de los españoles considere que su motivación en relación con el trabajo se ha incrementado, un porcentaje casi idéntico al de la media europea (69%).
En contra de lo que se podría pensar después de lo mucho que se oye a la gente quejarse de su trabajo, el 41% de los españoles se siente feliz en su puesto, tres puntos por encima del promedio europeo. En cambio, no se puede decir lo mismo de su calidad de vida en el trabajo. Solo el 30% de los españoles considera que la tiene, frente al 36% de media entre los europeos. En este terreno, los más satisfechos, con diferencia, son los finlandeses, los austriacos, los alemanes y los suecos. Solo se sienten peor que los españoles los polacos, los italianos y los turcos.
Los españoles, después de los italianos, los franceses y los polacos, son los más pesimistas acerca del futuro de su país. Solo el 29% confía en el futuro del mismo, frente al 40% de media de los europeos. Y eso que, en estos momentos, la economía española es la más dinámica de la Unión Europea. Pero, claro, con lo que estamos viendo en el mundo de la política, y con todo lo que llevamos sufrido como consecuencia de una crisis económica tan profunda como dolorosa, no es de extrañar este pesimismo.
En cambio, y por contraste, el futuro personal no lo ven tan mal. De hecho, el 57% de los españoles confía en él, frente al 55% de los europeos. Los que más confían en el futuro de su país son los alemanes, los austriacos y los holandeses, que son también los que tienen más confianza en el futuro de su empresa y, por tanto, de su empleo.
