Podemos tenerlas relegadas al olvido en cualquier cajón, sin saber que pueden hacernos ricos. Son las monedas de peseta que creemos ya no sirven para nada, y por la cuales los coleccionistas llegan a pagar cantidades astronómicas por determinados ejemplares, dependiendo de su antigüedad, de su estado o de su diseño.
El portal ‘Fcinco‘ ha recogido algunas de las pesetas más bien pagadas:
Moneda de aluminio acuñada en 1987 con motivo de la III Exposición Nacional de Numismática. Su precio ronda los 45 euros.
100 pesetas de 1983. Puede llegar a alcanzar los 55 euros. |
50 pesetas acuñadas en 1984 y de las que hubo muy poca tirada. Su valor ronda los 70 euros.
25 pesetas de 1995 dedicadas a Castilla y León, con un error en los primeros cuños sin la Y grabada en el reverso. Cuesta unos 100 euros.
100 pesetas de 1966. Las versiones de 1969 pueden llegar a costar 145 euros e incluso 400 si es la variante con el palo del nueve recto.
5 pesetas de 1975. Se fabricaron monedas con el motivo del Mundial de 1982 en el reverso desde 1980. Por error, se acuñaron algunas en 1975. Vale entre 350 y 400 euros.
En los 50 céntimos de 1949 se sustituyó la fecha de las estrellas por E-51. Su valor ronda los 500 euros.
La moneda de una peseta de 1947 pueden llegar a costar 1.400 euros.
Los españoles no se acostumbraron a la moneda de 2,5 pesetas y acabaron despareciendo. Ahora puede valer 1.700 euros.
Las monedas de 5 pesetas de níquel fueron fundidas en grandes cantidades. El Gobierno decidió retirarlas. Ahora, las de 1951 valen 12.000 y las de 1952 unos 20.000.