Pedro Sánchez, que oficialmente presentará el 13 de enero de 2020 a su nutrido y sobresaturado nuevo Consejo de Ministros, va a tener que hacer auténtico encaje de bolillos para mantener su promesa de actualizar las pensiones ligadas al incremento del IPC.
El presidente del Gobierno ha puesto al frente del Ministerio de Seguridad Social a José Luis Escrivá, un tecnócrata que preside desde 2014 la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), a propuesta de popular Cristóbal Montoro, y que, paradójicamente, se aleja de los preceptos del Gobierno de coalición en lo tocante a subir las pensiones teniendo en cuenta el IPC.
En 2019 la Autoridad Fiscal estimó que ligar las prestaciones a la inflación tendría un sobrecoste acumulado de 100.000 millones de euros en apenas diez años, y el propio Escrivá ha advertido en numerosas ocasiones del ingente gasto y de los desequilibrios que esta decisión generaría en el sistema. ¿Será capaz de mantener su independencia de criterio ahora que pasa al Gobierno o acabará contagiado por Sánchez e Iglesias?
