A partir de la implementación del objetivo de reemplazar las energías fósiles por energías renovables, España se ha convertido en un ejemplo en la reducción de emisiones de carbono y en la implementación de fuentes alternativas de energía. Sin embargo, ¿qué consecuencias tendrá la implementación de estos nuevos sistemas energéticos en la economía? ¿Podría afectar los puestos de trabajo?
Las energías renovables en España
España está apostando a las energías renovables, especialmente eólica, hidráulica y solar, sobre todo desde que los países de la Unión Europea en su conjunto establecieron objetivos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. En España, específicamente, el plan estratégico de Endesa contempla la descarbonización total del país para el año 2050. Esto, naturalmente, implica un reemplazo de las principales fuentes de dióxido de carbono, las energías fósiles, por fuentes alternativas de energía limpia, como la energía solar, la energía eólica y el calor geotérmico.
En comparación con 2018, España redujo sus emisiones de dióxido de carbono en un 3,2 %, mientras que el promedio para la UE fue 2,5 %. Así, España se ha convertido en el país europeo que más ha logrado reducir sus emisiones de CO2, tanto en comparación con el 2018 como con los otros países de la Unión Europea. Al mismo tiempo, se trata del cuarto país con más participación de energías renovables en su generación energética total, con un 38,4 % de energía renovable (en comparación con un 17,5 % en 2017).
Invertir en energías limpias: una nueva apuesta
Hay ciertos mercados tradicionales que normalmente significan una apuesta segura para los inversores: el oro, el mercado inmobiliario y el petróleo son algunos de ellos. Por sus características, estos mercados tienden a subir o, al menos, suelen tener rendimientos beneficiosos mucho más estables que otros commodities, como las criptomonedas, conocidas por dar saltos mucho más impredecibles y por ser mucho más riesgosas. Los saltos que vemos en el precio del barril de petróleo en un año son de algunos dólares, mientras que en el Bitcoin se trata de cientos e incluso miles de dólares de diferencia.
Sin embargo, ¿puede que esté surgiendo una nueva inversión segura en la industria de la energía? Ya que todos los países de la Unión Europea se han puesto como objetivo reducir a cero las emisiones de carbono y esto implica reemplazar el uso de gas natural y petróleo por energía solar, energía eólica y otras energías limpias, no es descabellado pensar que, de al menos aquí hasta el 2050, las energías limpias serán una inversión segura, mientras que el petróleo y el gas natural podrían perder casi toda su fuerza a lo largo de los años.
Debido a este razonamiento, que ya está presente en los planes de muchos inversores, los asesores, corredores y sitios de inversiones como eToro ya empiezan a mostrar los beneficios de invertir en energías limpias. Según fuentes de eToro, se pronostica que el mercado de la energía renovable llegará a una cifra de más de 2 billones de dólares en los próximos cinco años, haciendo de esta una inversión muy prometedora y positiva para el medio ambiente. Incluso, muchas de estas plataformas, ya comienzan a ofrecer portafolios variados compuestos exclusivamente por empresas que se dedican únicamente a producir estos tipos de energía renovable.
La energía ‘limpia’ que tiene en la actualidad la mayor potencia instalada y la mayor producción es la energía eólica (o sea, la energía producida con viento), que en 2018 concentraba el 19 % del total de generación energética de España. Le siguen la energía hidráulica, con 13,1 %; la solar, con un 4,7 %; finalmente, con cerca del 2 %, se encuentran al final las otras energías renovables: biogás, energía geotérmica, energía hidráulica marina, biomasa, energía hidroeólica y residuos renovables.
Un factor importante, a tener en cuenta, que está impulsando el negocio de las energías renovables es la importante baja de los precios de su producción. Así, la energía solar de bajo costo, en combinación con un importante aumento en los costos del CO2, hace que la alternativa sea mucho más atractiva en relación con el carbón, el petróleo y el gas natural, y hace que su futuro para los inversores sea mucho más prometedor.
El impacto en el sector laboral
Como toda transformación tecnológica y ecológica, el reemplazo de fuentes de energía podría tener un impacto en los puestos de trabajo de la población española. Sin embargo, este impacto no es necesariamente negativo.
Según un informe de las previsiones de crecimiento realizado por BBVA, se espera en los próximos años que continúe la creación de nuevos empleos, al mismo tiempo que se estima un aumento consistente de los salarios por sobre la inflación. Según estas estimaciones realizadas en febrero de 2019, el incremento en los ingresos podría ser de hasta un 2,0 % más en 2020 en comparación con este año. Al mismo tiempo, un panorama favorable en este sentido habilitaría la creación de unos 800 mil nuevos puestos de trabajo, con una consecuente reducción en la tasa de paro desde el 15,3 % de 2018 hasta un 12,6 % en 2020.
En la industria, el impacto de las nuevas fuentes de energía no solo afectan su consumo energético a la hora de producir, sino que también necesariamente deberán nacer nuevas industrias y expandirse las existentes dedicadas a la producción de paneles solares, turbinas eólicas e hidráulicas y las dedicadas a toda la infraestructura, en general, de estas nuevas formas de energía renovable.
¿Cómo está impactando, entonces, el reemplazo de energías? Lejos de requerir un esfuerzo para el reemplazo de puestos de trabajo que se reducen en las energías fósiles, el sector de energías renovables está empleando incluso más gente. De acuerdo al Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España, realizado por la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), en el año 2017, en España se contaron 78 667 empleos en este sector, un 5,5 % más que durante el año anterior. Por lo tanto, de estos, aproximadamente 4 mil fueron nuevos puestos, que correspondieron sobre todo a trabajos en la producción y desarrollo de energía eólica y energía solar fotovoltaica, y en menor medida a puestos en trabajos relacionados con biocarburantes, energía solar termoeléctrica y energía marina. A nivel mundial, en 2018 esto se tradujo en unos once millones de puestos de trabajo en los sectores eólico, fotovoltaico y de biocombustibles, según el último informe de la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA).
A su vez, el reemplazo de energías ya ha tenido y continuará teniendo un importante impacto en el mundo académico, ya que más investigadores y desarrolladores se dedican a explorar las posibilidades de estas nuevas formas de producir energía, al mismo tiempo que intentan hacer que sean más baratas y accesibles.
Como también podemos ver en estos datos del Anuario Fotovoltaico 2019, elaborado por la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica, se espera que la potencia de todas las formas de energía renovable tengan un crecimiento en el próximo año. Según este informe, en el futuro los módulos solares, particularmente, serán mucho más baratos y tendrán un uso mucho más extendido, gracias a su integración en la arquitectura, al desarrollo de láminas ultra delgadas flexibles y al uso de impresoras 3D. Todo esto permitirá integrar células fotovoltaicas en construcciones, vehículos e, incluso, en la vestimenta.