Los socialistas y comunistas han demostrado un cambio radical en su “lucha” por los derechos de los trabajadores cuando han llegado al poder

Lógica socialista: de las loas de Garzón a los olivareros a la represión e insultos a los agricultores

El amor de los socialistas y comunistas por los derechos laborales se acaba cuando llegan al poder. Una vez con el gobierno entre sus manos se pasa la página y, los que antes eran clase obrera que se manifestaban a su lado, ahora son un enemigo que reprimen con las fuerzas de seguridad del Estado. Así quedó evidenciado en las manifestaciones de los agricultores, que la izquierda junto a medios de comunicación de laSexta y los sindicatos han buscado descalificar acusándoles de ser “terratenientes” o “estar manipulados por Vox”.

Sólo hace unos meses, cuando aún no tenía el ministerio de Consumo entre sus dedos, Alberto Garzón participaba en una manifestación para solicitar medidas urgentes» para apoyar al sector olivarero. Ahora, su silencio resulta preocupante al ver cómo la Policía se ha empleado para reprimir a unos manifestantes del sector agrícola. Unas imágenes que han impactado por la violencia empleada y que contrasta drásticamente con la falta de acción en Cataluña.

El ministro Luis Planas, ministro de Agricultura, ha intentando mostrarse cercano con los manifestantes. Eso sí, de lejos. Cuando los manifestantes intentaron llegar a él en Don Benito, fue cuando los funcionarios tuvieron la orden superior de reprimir hasta con pelotas de goma. Una hipocresía socialista que alcanzó su mayor punto en las palabras del secretario general de UGT, Pepe Álvarez.

El sindicalista, que se mostró muy contento en el acto de gobierno junto a Pablo Iglesias y otros comunistas, no dudó en afirmar que las manifestaciones de los agricultores proviene de “la derecha terrateniente, carca”, que intenta mantener una situación en el campo “de sumisión”.

El líder del sindicato cree que los problemas de los agricultores en el país no vienen como consecuencia de la subida del salario mínimo y, a su juicio, “sería estúpido” pensar que 2,5 euros por persona y día que aproximadamente representa el aumento a 950 euros del SMI sea un “gran problema” para una persona que recolecta “miles de kilos, que mueve toneladas de productos en el país”.

La lógica del socialismo está demostrando que, todo aquel que le estorbe, se convierte de inmediato en el enemigo que hay que derrotar. Uno de los primeros fue un anciano que pidió ante la sede del PSOE que no formase gobierno con Podemos y fue desalojado por la fuerza, ahora son los agricultores que exigen unas condiciones laborales dignas. ¿quién será el próximo?

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