Nadia Calviño es el sueño truncado de Pedro Sánchez.
La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos no será la próxima presidenta del Eurogrupo. Esta era la oportunidad perfecta del PSOE para intentar mejorar su imagen internacional tan dilapidada tras la nefasta gestión de la crisis sanitaria del coronavirus. Ahora, la candidatura de Nadia es uno más de los tantos fracasos del presidente del Gobierno de España. Finalmente el próximo presidente del Eurogrupo será el ministro irlandés, el conservador Paschal Donohoe, que sustituirá al portugués Mário Centeno al frente del foro de ministros de Economía y Finanzas de los diecinueve países de la eurozona.
Por su parte, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y para la Transformación Digital, Nadia Calviño, ha asegurado este 10 de julio de 2020 que España «tenía apalabrados al menos 10 votos» en la votación de ayer para que fuera nombrada presidenta del Eurogrupo.
«Partíamos con importantes desventajas»
«Pero al final alguno de los ministros no hizo lo que dijo que iba a hacer», ha explicado la vicepresidenta, que ha afirmado que «estas cosas pasan» y que sabían desde el principio que conseguir la Presidencia del Eurogrupo «iba a ser una lucha complicada».
La vicepresidenta ha evitado hablar de «traición» y ha recordado además que el voto era «secreto y telemático». «Es imposible saber (quién cambió el voto), no merece la pena especular. Pasemos página», ha aseverado Calviño.
«Partíamos con importantes desventajas porque hay una mayoría de gobiernos del Partido Popular en Europa, porque ya veníamos de una Presidencia de un país, no sólo del Sur, sino de un país hermano; nunca ha habido una Presidencia de un país grande precisamente porque el sistema de voto da más peso a los países pequeños, por no hablar de que soy la única mujer en esa mesa».
