El Ingreso Mínimo Vital -la medida anunciada a bombo y platillo por el Ejecutivo– prometía ser una ayuda para los hogares más desfavorecidos, un auxilio para 850.000 familias con un ingreso de entre 460 y 1.100 euros mensuales, dependiendo de las circunstancias de cada núcleo familiar y un coste para las arcas del Estado de unos 3.000 millones de euros al año.
Sin embargo, de las 510.000 las solicitudes de ingreso mínimo vital presentadas desde su entrada en vigor a principios de junio, solo la mitad reunirá las condiciones para su percepción, así lo ha comunicado el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, este 10 de julio de 2020 en ‘Espejo Público’ (Antena 3).
Al menos, un 50% no cumplirá los requisitos
El titular de Inclusión ha admitido que el Gobierno «no esperaba un número tan alto» de solicitudes, que ha calificado de «enorme», y ha precisado que por «experiencias anteriores, al menos, un 50% no cumplirá los requisitos».
Según ha explicado Escrivá, tras el reconocimiento de oficio de un número de prestaciones y la apertura de la vía telemática, han empezado a trabajar con las comunidades autónomas para «tratar de reconocer de oficio el ingreso mínimo vital a los beneficiarios de las rentas mínimas autonómicas».
«Estamos trabajando para que nos puedan transferir los datos y ver de oficio cuántos cumplen los requisitos para la Seguridad Social».
«Lo importante no es solo recibir la prestación sino salir de la situación de pobreza y ayudarles a transitar a una situación mejor en la sociedad«, ha indicado el ministro.