España está hundida ante la pandemia que ha arrasado en todo el mundo y las medidas del Gobierno social-comunista no contribuyen a paliar los efectos del coronavirus.
Por este motivo, el Grupo Parlamentario Popular ha presentado un decálogo de medidas para reactivar el crecimiento económico y la creación de empleo, entre las que se incluyen, entre otras, bajar los impuestos para reactivar sectores estratégicos de la economía, no derogar la reforma laboral y acometer una importante reducción del gasto público «superfluo e ineficiente».
España es el tercer país de Europa en el que más ha caído el Producto Interior Bruto en el primer trimestre y en el segundo «se va a producir un desplome histórico», según recuerda el grupo popular.
En este sentido, el partido han señalado que España «sufre una pérdida de la riqueza del país que, en tan solo cuatro meses, supera la sufrida en toda la crisis financiera de 2008″; lo que, además, provoca, la «destrucción» de la clase media, el «desplome» de los ingresos públicos, un gasto público «disparado» y un déficit público de dos dígitos, como ya sucedió en los tiempos de Zapatero.
«En febrero de 2020, la ausencia de reformas estructurales y un gasto incontrolado para contentar a los socios de Gobierno, habían agotado la inercia del crecimiento y creación de empleo alcanzada por el anterior Ejecutivo del PP».
«La peor crisis nos pilla con el peor Gobierno posible»
El partido que preside Pablo Casado ha criticado que a todo esto se sumó un diagnóstico inicial «erróneo» sobre los efectos del coronavirus en la economía y la combinación de algunas medidas necesarias con la ejecución de otras que las «restaban eficacia» y otras que «ponían en riesgo» el tejido empresarial.
«La peor crisis nos pilla con el peor Gobierno posible, una coalición de socialistas y populistas que ve en el drama económico y social una oportunidad para imponer las viejas recetas comunistas que han fracasado donde se han aplicado y una herramienta para perpetuarse en el poder».
El PP propone aprobar una senda fiscal «realista y ajustada»; utilizar «eficientemente» los fondos aportados por Europa para hacer frente al gasto coyuntural; renunciar a la subida de impuestos; realizar bajadas selectivas de impuestos para reactivar sectores estratégicos de la economía; o reducir el gasto público «superfluo e ineficiente».
