Según datos aportados por el portal de transparencia del Congreso, la facturación del gasto en viajes de los diputados en el periodo entre el 1 de abril y el 30 de junio fue de 253.721 euros.
Tara el paso del coronavirus, las medidas de restricción y la congelación de la actividad parlamentaria han dejado la cifra más baja de este concepto desde que los datos son públicos.
Aunque se llevaron a cabo sesiones plenarias casi todas las semanas y las de las comisiones se reanudaron a mediados de abril, la asistencia de los parlamentarios ha estado limitada desde entonces, en prevención del riesgo contagio.
La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y los portavoces de los grupos convinieron en que había que fijar un porcentaje de asistencia a los plenos por seguridad sanitaria: primero fue del 10 por ciento sobre el total de escaños y luego, del 15.
En general, el periodo de sesiones (enero-junio) fue inusual a causa de la pandemia.
Para el desplazamiento directo a la cámara, otras actividades políticas y actos oficiales, el Congreso incluye un tipo de ayudas para cubrir los gastos de transporte que deben ser justificados.
No representa una cantidad fijada cada mes ni para cada diputado, sino que se abona directamente el billete a la empresa transportista o se reembolsa el gasto realizado previamente justificado, según recoge el régimen económico del Congreso de los Diputados.
Aquellos que usen su propio automóvil en el desplazamiento a la Cámara para cumplir con sus funciones parlamentarias recibirán un abono de 0,25 euros por kilómetro y, en su caso, el importe de los peajes de autopistas. Un reembolso que también tiene que estar previamente justificado.
De acuerdo con las normas, los diputados de fuera de Madrid recibirán unos 1.959 euros y los de Madrid, unos 935, si bien el Congreso asume más conceptos como el uso del taxi, para lo que entrega una tarjeta con 3.000 euros a gastar en un año.
A este respecto, al tratarse de dinero público, dichas partidas están supervisadas en coordinación con las direcciones de los grupos parlamentarios.
Se distinguen tres tipos de viajes: los parlamentarios (del lugar de residencia al Congreso y vuelta); los políticos (cuando el diputado va una circunscripción distinta de la suya para participar en actos institucionales, políticos o sectoriales); y los oficiales (cuando el viaje es en representación del Congreso).
Todos ellos se registraron al mínimo durante abril, mayo y junio. De hecho, no hubo viajes oficiales.
