Los expertos apuntan a que el actual sistema de pensiones es insostenible, un sistema condenado al fracaso y que necesita una gran reforma estructural.
Con el objetivo de despejar todas las dudas y aclarar las cuestiones en cuanto a la sostenibilidad de las pensiones, el Instituto de Actuarios Españoles (IAE) en su estudio ‘Factor de Equidad Actuarial del sistema contributivo de pensiones de jubilación español’ concluye que el sistema contributivo de pensiones de jubilación en España implica que, en la gran mayoría de los casos, «el pensionista recibe más de lo que ha aportado en su vida laboral«.
El IAE explica que «los mayores valores del FdEA se alcanzan para edades de jubilación intermedias, entre 65 y 67, y con un número bajo de años cotizados, entre 33 y 37. Esto parece indicar que no existen incentivos suficientes para adelantar ni para retrasar la edad de jubilación, lo que se traduce en que las penalizaciones por adelantarla y las bonificaciones por retrasarla están mal calibradas. Tampoco parece haber demasiados incentivos para aumentar el número de años cotizados, sobre todo en el escenario de bases mínimas«.
Por lo tanto, el informe aclara que «parece lógico que deberían resolverse estas inequidades que presenta el sistema de pensiones y conseguir una mayor relación entre aportaciones y prestaciones, actuando sobre los siguientes puntos: el tope del 100% del coeficiente por años cotizados, las elevadas penalizaciones por anticipar la edad de jubilación, y las bajas bonificaciones por retrasar la edad de jubilación».
Por lo tanto, «se podría mantener el sistema actual, si bien haciendo que, al menos, la escala por años cotizados respondiera a un cálculo actuarial y sin el límite superior del 100%; si bien sería lógico que el tope de la pensión máxima siguiera funcionando. Respecto a la edad de jubilación, bastaría con que las penalizaciones y bonificaciones por jubilación a edades distintas de la ordinaria se calcularan de forma actuarialmente neutral -excepto por género- sin hacerlas depender de los años cotizados. Las medidas anteriores conseguirían reducir una parte de las inequidades de tipo contributivo y actuarial existentes en el sistema actual, si bien aumentaría el gasto en pensiones».