Estamos a la cola del arranque de la recuperación, según la última lectura del índice compuesto de indicadores líderes (CLI), diseñado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Concretamente, el índice para España se situó en 93,2 puntos en agosto, frente a los 94,6 enteros de julio y los 94,8 de agosto. En abril, en el punto más alto de las restricciones para contener el coronavirus, la lectura del índice bajó hasta 91,7 puntos.
El informe anticipa un ritmo de crecimiento económico moderado tanto entre el conjunto de sus países miembros como en la eurozona y otras principales economías.
Los datos de España se diferencian del resto de grandes economías europeas, cuyas lecturas experimentaron una leve mejoría durante el octavo mes del año. Alemania, la mayor economía del euro y de la UE, registró una lectura de 99,4 puntos, tres décimas más que en julio. De su lado, Francia avanzó una décima, hasta los 97,3 enteros, e Italia se aceleró tres décimas, hasta situarse en 97,6 puntos en agosto.
«Aunque los CLI de la OCDE en agosto continuaron fortaleciéndose tras los mínimos de la crisis del Covid-19, el ritmo de la recuperación se ha ralentizado y los CLI siguen por debajo de los niveles registrados antes del brote del virus», ha explicado el organismo presidido por Ángel Gurría.
El mes pasado, la OCDE ya alertó de que España estaba mostrando «signos tentativos de desaceleración» en comparación con el «fortalecimiento continuado» observado para el conjunto de la OCDE y de la zona euro.