Son incapaces de ponerse de acuerdo entre ellos, imaginen para gobernar el país.
En materia económica, este Ejecutivo se contradice más que habla. Primero, la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, negaba que el Gobierno estuviera estudiando la congelación de los sueldos de los empleados públicos. En el lado contrario, la vicepresidenta tercera de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, eludieron descartarlo.
La titular de Hacienda, María Jesús Montero, explicaba en el Congreso que «el país se enfrenta a una situación muy complicada» y que, por ello, debe «estudiar todas las alternativas». «Los recursos son limitados y estamos trabajando, el Ministerio de Función Pública y Política Territorial está trabajando en ese entorno, viendo todas las posibilidades posibles», apostilló.
Montero ha explicado que la crisis económica provocada por la pandemia, llevará a «algunos ajustes fiscales» en los próximos Presupuestos Generales del Estado de 2021.
Por otro lado, la vicepresidenta tercera, Nadia Calviño, ha confesado que para elaborar los próximos Presupuestos «las decisiones se tomarán teniendo en cuenta una multiplicidad de factores», evitando hablar de una posible congelación.
La ministra señaló el esfuerzo «muy importante» realizado por los trabajadores públicos durante la pandemia, por lo que cree que «tiene que haber un reconocimiento general a su labor».
La contradicción llegaba de la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, asegurando que: «No. No está eso en la mesa. En la mesa está ya una fase interna de avance de una propuesta de Presupuestos Generales del Estado para la que estamos pidiendo a todo el arco parlamentario que ayude, cada cual con lo que puede».
Por otro lado, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha respondido que no le consta la posible congelación de las pensiones.