La nefasta gestión económica del Gobierno Sánchez sigue golpeando el bolsillo de todos los españoles.
La inflación subió al 5,9% en enero, lo que repercute nuevamente al poder adquisitivo de los ciudadanos, quienes observan cómo cada día compran menos con el mismo dinero. El caso más dramático son los alimentos, donde el recorte del IVA anunciado por el PSOE-Podemos no pudo evitar que su coste sea 0,4% mayor.
En concreto, los alimentos y bebidas no alcohólicas se encarecieron un 0,4% frente a diciembre y, en tasa interanual, su precio fue un 15,4% más caro que en enero de 2022.
La subyacente, que recoge el precio de todos los productos de consumo a excepción de los productos energéticos y los alimentos frescos, fue del 7,5% interanual, medio punto superior a la registrada en diciembre y la tasa más alta desde diciembre de 1986.
En términos mensuales, comparando cómo se comportaron los precios en enero frente a diciembre, se registró un descenso de 0,2 puntos tanto en la tasa general como en la subyacente, pero los alimentos y bebidas sin alcohol se encarecieron un 0,4%, en línea con lo que fueron subiendo mensualmente el año pasado (en julio se elevaron un 0,3% mensual; en agosto, septiembre y noviembre, un 0,5%; y en dos meses se dispararon: octubre -un 2,3% en un sólo mes- y diciembre -1,6%-).
Estos datos han sido confirmados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y corrigen ligeramente los adelantados a cierre de enero, cuando el organismo había estimado una inflación general del 5,8%, una décima inferior.
Los datos de este mes son los primeros que obtiene el instituto con la nueva metodología, un cambio que dificulta las comparaciones con el mismo mes del año pasado ya que ahora se mide la evolución del precio del mercado libre de la electricidad y, en enero de 2022, sólo se tenía en cuenta el mercado regulado. Por esa razón, los expertos recomiendan seguir la evolución de precios a partir de ahora mes a mes.
Inflación
La bajada del IVA
Además, enero es el primer mes en el que ya no está en vigor la bonificación de 20 céntimos por litro en el precio del combustible y en el que ya es operativa la bajada del IVA del 4% al 0% para el pan común, las harinas panificables, las leches producidas por cualquier especie animal, los quesos, los huevos, las frutas, verduras, hortalizas, legumbres, tubérculos y cereales, y el recorte del 10% al 5% en el IVA de las pastas y los aceites.
El impacto agregado de las medidas aprobadas por el Gobierno -principalmente la bajada del IVA de los alimentos, que baja el IPC, y el fin de la bonificación de los carburantes, que lo sube- tuvieron un efecto positivo para el índice, ya que en ausencia de medidas fiscales la inflación general se habría situado en enero en el 6,5%, seis décimas por encima de su nivel actual, según la tasa de variación anual del IPC a Impuestos Constantes (IPC-IC) que publica el INE.
Si analizamos el impacto de la bajada del IVA en los precios, vemos que el pan ha bajado en enero un 0,2% frente a diciembre; las harinas han caído un 2,3%; la leche es un 1,5% más barata -tanto la desnatada como la entera-; el queso se ha abaratado un 0,7% este mes y los huevos han bajado un 1,5%. Las frutas frescas han bajado un 4,2%, mientras que en las legumbres y hortalizas no se ha notado la rebaja fiscal y han sido un 0,1% más caras que en diciembre.
El descuento del 10% al 5% en el IVA de algunos productos no perecederos también se ha notado en la caja: las pastas han bajado un 3,5%; el aceite de oliva, un 1,2%, y el resto de aceites, un 6,1%.
El problema está en que los alimentos no afectados por estos descuentos tributarios han seguido subiendo en enero, lo que provoca que el conjunto de la compra en el supermercado haya salido más cara.
El arroz ha subido un 3,7% en un sólo mes, por ejemplo; las pizzas, un 5,1%; y lo mismo ha ocurrido con la carne y el pescado, que el Gobierno dejó fuera de la rebaja. La ternera se ha encarecido otro 0,6% este mes; el cerdo, un 0,4%; y el pollo sí ha bajado (-0,2%); mientras que el pescado fresco ha subido un 4,7% frente a diciembre.
Se elevaron también los precios del azúcar (1,1% sólo en un mes), las mermeladas (+2,8%), el chocolate (+1,5%), las salsas y condimentos (+1,7%), la sal y especias (+1,3%), los alimentos para bebés (+1,3%), el café (+0,7%), el té (+2,6%), el agua mineral (+1,9%) y los refrescos (+2,7%).
Hay que tener en cuenta que algunos de estos productos vienen envueltos en plástico no reciclable, que desde enero está sometido a un nuevo gravamen medioambiental, lo que podría haber encarecido algunos alimentos ya que los productores y distribuidores transfieren al consumidor el impacto de este tributo, como ya había advertido este medio.
