Las reacciones tras el último debate presidencial entre Donald Trump y Joe Biden han sido tremedas.
La incertidumbre en torno a la salud de Biden ha sembrado dudas y ha puesto al partido Demócrata en una posición delicada, a pocos meses de las elecciones.
Lo que ha llevado a muchos dentro del partido Demócrata a considerar su sustitución.
Esta posible sustitución no solo es complicada debido a la premura del tiempo, sino también por las implicaciones económicas que conlleva.
Cambiar de candidato en este punto del proceso electoral podría significar una reestructuración costosa y compleja de la campaña.