El crecimiento económico de España está siendo impulsado en gran medida por los Fondos Europeos, lo que plantea dudas sobre la sostenibilidad de este crecimiento una vez que estos fondos dejen de fluir.
Esta dependencia subraya una gestión económica insuficiente por parte del Gobierno, que no está proporcionando una información completamente precisa sobre la situación.
El verdadero estado de la economía española es mucho menos favorable de lo que se presenta oficialmente, lo que constituye un motivo de preocupación para el futuro económico del país y, sobre todo, dada la precaria situación política en la que se encuentra Sánchez, acosado por los casos de corrupción de Begoña, su hermano, Koldo y el largo etcetera que tenemos encima del tablero político.