El presidente estadounidense Donald Trump y el primer ministro británico Keir Starmer han alcanzado un acuerdo comercial histórico que reducirá significativamente los aranceles impuestos por Estados Unidos a las importaciones británicas el pasado 2 de abril, día que Trump denominó como «Día de la Liberación».
Este jueves, ambos mandatarios anunciarán formalmente en Washington el primer acuerdo comercial bilateral desde que Trump comenzó su ofensiva arancelaria contra diversos socios comerciales.
«El acuerdo con el Reino Unido es completo e integral y consolidará la relación entre Estados Unidos y el Reino Unido durante muchos años», escribió Trump en su plataforma Truth Social, añadiendo que «les seguirán muchos otros acuerdos, que se encuentran en serias etapas de negociación».
Los detalles del acuerdo
El pacto contempla importantes beneficios para el Reino Unido, especialmente en sectores estratégicos que habían sido duramente golpeados por los aranceles impuestos por la administración Trump:
- Reducción o eliminación del impuesto estadounidense del 25% a las importaciones de automóviles británicos
- Alivio arancelario para el sector del acero y aluminio británico
- Posibles exenciones arancelarias para productos farmacéuticos
Por su parte, Estados Unidos habría obtenido concesiones en áreas clave:
- Alivio del impuesto británico a los servicios digitales (conocido como ‘tasa Google’)
- Rebajas a los gravámenes de importación de coches norteamericanos
- Mayor acceso al mercado británico para productos agroalimentarios, aunque con limitaciones
El gobierno de Starmer ha mantenido su posición firme respecto a no reducir los estándares alimentarios del Reino Unido, rechazando la entrada de pollo estadounidense enjuagado con cloro y carne de res tratada con hormonas.
Un triunfo diplomático para ambos líderes
Este acuerdo representa una victoria política tanto para Trump como para Starmer. Para el presidente estadounidense, supone el primer éxito tangible de su estrategia comercial agresiva iniciada en abril, cuando impuso un impuesto del 10% a todas las importaciones británicas, además de aranceles del 25% a los automóviles, el acero y el aluminio.
Para Starmer, el pacto valida su enfoque conciliador hacia Trump. A diferencia de la Unión Europea, el Reino Unido optó por no anunciar aranceles de represalia sobre los productos estadounidenses, apostando por la negociación. «Siempre actuaré por el interés nacional, para los trabajadores, los negocios y las familias, para traer seguridad y renovación para nuestro país», declaró el primer ministro británico en un discurso en la Conferencia de Defensa de Londres.
Impacto económico significativo
El acuerdo llega en un momento crucial para la economía británica. Estados Unidos es el principal destino de los automóviles británicos, representando más de una cuarta parte de las exportaciones automovilísticas del Reino Unido en 2024, según la Oficina Nacional de Estadística. Sin este pacto, las industrias automovilísticas y del acero británicas podrían haber sufrido efectos «devastadores, severos, significativos e inmediatos».
El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, había adelantado que la administración Trump ya tenía los lineamientos generales para 17 pactos comerciales con países como Canadá, México, Japón, Vietnam, la India y la Unión Europea. El objetivo declarado del Gobierno de Trump es alcanzar acuerdos con estos 17 socios comerciales antes del 9 de julio.
Contexto internacional
Este acuerdo se produce en un momento de tensiones comerciales globales y mientras el Reino Unido busca fortalecer sus relaciones internacionales tras el Brexit. Apenas esta semana, Londres selló otro acuerdo comercial con la India que rebajará los aranceles al 90% de los productos gravados actualmente entre ambas naciones.
Paralelamente, Trump ha anunciado que el presidente chino Xi Jinping viajará a Washington «en un futuro no muy lejano», lo que sugiere posibles avances en las relaciones comerciales con China.
En el ámbito de la defensa, Starmer también ha confirmado su compromiso de aumentar el gasto militar británico hasta el 2,5% del PIB a partir de abril de 2027, incluyendo un contrato por valor de 563 millones de libras (662 millones de euros) para la empresa Rolls-Royce para el mantenimiento de la flota de cazas de guerra del modelo ‘Typhoon’.
Perspectivas futuras
La firma de este acuerdo marca el inicio de una nueva etapa en las relaciones comerciales entre Estados Unidos y el Reino Unido. Según Trump, este es solo el primero de varios acuerdos comerciales que su administración espera concretar en los próximos meses.
Para el Reino Unido, el pacto representa un alivio significativo tras meses de incertidumbre económica y confirma la estrategia de Starmer de mantener una relación pragmática con la administración Trump, evitando confrontaciones directas que pudieran perjudicar los intereses británicos.
El anuncio oficial del acuerdo está previsto para este jueves a las 10:00 hora de Washington (14:00 GMT), en una rueda de prensa en el Despacho Oval con representantes de ambos países. El momento ha sorprendido a Downing Street, ya que coincide con las celebraciones británicas del ‘VE Day’, que conmemora el final de la Segunda Guerra Mundial en Europa.
