La controversia sobre la utilización del dinero público ha alcanzado nuevas dimensiones tras la revelación del presupuesto que ha destinado el gobierno de Pedro Sánchez a informes y campañas publicitarias que, según diversos expertos y medios, carecen de repercusión real o utilidad social.
El Ministerio de Sanidad, encabezado por Mónica García, ha sido objeto de críticas especialmente por su inversión en iniciativas como «Hoy follas seguro», una campaña que ha suscitado opiniones encontradas debido a la grosería de su ‘eslogan’ y elevado coste.
Lanzada durante las celebraciones del Orgullo LGTBI de 2025, esta campaña tenía como propósito principal promover el uso del preservativo para prevenir infecciones de transmisión sexual (ITS) entre los jóvenes, centrándose especialmente en el colectivo GBHSH (gais, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres), que es el más afectado por estas enfermedades según datos oficiales. El presupuesto total asignado asciende a 218.633,94 euros, distribuido de la siguiente manera:
- Impresión, instalación y desinstalación de la lona principal: 2.073,94 euros (IVA incluido).
- Diseño creativo: 13.100 euros, realizado por la agencia LOVE DRAMA, S.L.
- Producción audiovisual: 9.860 euros, a cargo de BBO, Mucho que contar, S.L.
- Difusión en medios de comunicación: 193.600 euros, gestionados por CARAT SPAIN, S.A. De esta cantidad, 98.932,77 euros se destinaron a la primera fase de la campaña; lo demás queda reservado para futuras acciones.
El enfoque adoptado fue zafio, grosero y malsonante con la excusa de conectar con los jóvenes. A pesar de los intentos por justificar este gasto, las críticas se han centrado en la efectividad real de la iniciativa y el retorno social que puede ofrecer dicha inversión.
¿Quién lee los informes del gobierno?
El Gobierno de Pedro Sánchez ha sido criticado en innumerables ocasiones por despediciar el dinero que esquilma a los contribuyentes en informes ideológicos o sesgados con los que luego, además, justifica la toma de decisiones igualmente sesgadas. El modus operandi vendría a ser encargar informes con fondos públicos para después justificar las políticas adoptadas en esos mismos informes elaborados por presuntos ‘expertos’
Las partidas destinadas a informes, estudios y consultorías en distintos ministerios han crecido notablemente en los últimos años. Además, es habitual ver adjudicaciones a empresas con vínculos al entorno político o ideológico del Gobierno. Los documentos elaborados rara vez están al alcance del público general y su impacto en la gestión pública resulta irrelevante en muchos casos.
La campaña «Hoy follas seguro» ha llegado a simbolizar un modelo de gestión que prioriza más la visibilidad mediática y mensajes alineados con los intereses gubernamentales que una verdadera eficiencia y rigor. Los defensores sostienen que prevenir las ITS es un objetivo legítimo y urgente, sobre todo para colectivos vulnerables. Sin embargo, quienes critican esta iniciativa apuntan al escaso impacto real y a la falta de transparencia en la evaluación de resultados.
Las ITS como el VIH, sífilis, gonorrea, herpes genital o clamidia siguen siendo un serio problema para la salud pública. La campaña buscaba resaltar la importancia del diagnóstico temprano y del uso de métodos preventivos; no obstante, el debate sobre su coste y enfoque ha eclipsado las cuestiones sanitarias.
La discusión acerca del despilfarro en fondos públicos destinados a informes y campañas publicitarias ha abierto un espacio necesario para reflexionar sobre cómo reformar los mecanismos de control y evaluación dentro de las administraciones públicas. La creciente demanda ciudadana por mayor transparencia y eficiencia obliga a quienes están al mando político a replantearse sus prioridades; cada euro invertido debe ser justificado ante la opinión pública.
