Todo se puede poner peor si nos empeñamos en no hacer las reformas que la economía demanda
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Los inversores soñaron esta semana con tocar el cielo. Y en algún momento lo lograron. El IBEX superó los ansiados 12.000 puntos, aunque en el final de la semana no pudo retenerlos. Demasiadas cosas vinieron a aguar la fiesta.
Primero el discurso de Trichet, presidente del BCE, que sentenció que la crisis no había terminado y recomendó ir paulatinamente retirando los estímulos.
Después la OCDE que muchos se empeñen en ver algo de positivo en su informe sobre España, la lectura pausada deja helado e corazón.
Dice el organismo internacional que nuestro país será de los últimos en salir de la crisis; que el año que viene y el 2011 serán malos y que todo se puede poner peor si nos empeñamos en no hacer las reformas que la economía demanda.
Eso sí asistimos estupefactos a las declaraciones para el desconcierto que en los últimos días nos han ofrecido varios ministros.
Mientras Corbacho aseguraba que en la segunda mitad del año que viene el empleo va a mejorar, la ministra de Economía confesaba que 2010 va a ser para el mercado de trabajo peor que 2009 y ya el remate fue José Blanco que se atrevió a asegurar que en 2017 la economía española volverá a crecer al 3 por ciento.
Eso sí no dijo si en enero, febrero o final de año. Hay que echarle valor para habiendo sido incapaces de prever la situación a seis meses vista, ahora vean lo que ocurrirá dentro de siete años. Verdaderamente sorprendente.
El caso es no escuchar, no analizar la realidad y poner encima de la mesa para la discusión las advertencias que les hacen desde todos los frentes.
Muy al contrario, se han aliado con los sindicatos para manifestarse contra los empresarios a los que UGT y Comisiones Obreras acusan de aprovecharse de la crisis.
Otros que no quieren ver la realidad que supone el cierre de decenas de miles de empresas, de proyectos de vida que se han llevado por delante al empresario, a sus trabajadores y la inversión de su vida.
Con estos miopes comiendo la oreja al Gobierno puede que no veamos la luz ni en 2012.
Y en la bolsa pues a verlas venir. Si se siguen sucediendo datos de la eurozona, de Estados Unidos y de Japón mejores de lo esperado se podrán consolidar los 12.000. Hay muchas dudas. La semana será decisiva para comprobar si sólo fue un sueño.