Desde octubre de 2008 la bolsa no vivía un día de pánico como el de hoy
La corriente de opinión que desde un mes publican prestigiosos medios de comunicación de todo el mundo, ante el descontrol de la economía española y la falta de acción por parte de la administración, ha tenido respuesta por parte de los mercados internacionales.
La verdadera oposición al negacionismo de la realidad económica que reina desde hace dos años, no viene realizada por el segundo partido más votado, sino por la prensa internacional que ha desenmascarado la realidad de la situación española en toda su crudeza.
Sin rumbo claro y adentrándose en el turbulento océano de la recesión, la credibilidad del mercado nacional ha llegado a su fin. La prima de riesgo se acaba de disparar hasta los 110 puntos básicos, encareciendo brutalmente los costes de financiación y los vencimientos a corto plazo.
La orden esta clara, hay que salir del mercado español a toda velocidad y los inversores internacionales (seguidos por los grandes nacionales) comienzan a deshacer posiciones antes de que el barco se hunda. La caída estrepitosa de la bolsa española del día de hoy es la muestra más clara del final de la confianza de los mercados.
La falta de confianza en una nación que ha perdido el ritmo de crecimiento, que ha demostrado como su modelo de crecimiento era insostenible, al tiempo que la década prodigiosa y la riqueza generada no ha sido empleada en cambiar estructuras ineficientes y proporcionar alternativas modernas y competitivas con la economía del siglo XXI, ha terminado por propiciar una situación donde españa supone una amenaza para la Eurozona.
Los dirigentes europeos y el gobernador del BCE temen las consecuencias del desastre español, que puede echar por tierra los atisbos de crecimiento de Europa, y los grandes esfuerzos para salir de la crisis afrontados por el núcleo duro de países europeos.
El mundo da la espalda al incomprensible sistema de los 17 micropaíses a nivel político y los mercados migran sus capitales hacia terrenos más fértiles y seguros.
El Wall Street Journal estipula en estos momentos con el siguiente candidato a caer, situando a España en el punto de mira. El deterioro político nacional y la imagen que se ofrece al mundo entre las guerras intestinas de las autonomías, la oposición perdida en su mutismo, los sindicatos verticales inoperativos y un gobierno que cada día ofrece un discurso diferente han acabado por demostrar que el 20% de paro no es algo coyuntural sino que se ha convertido en un cáncer estructural de difícil curación.
