Los primeros datos relacionados con la actividad económica en Estados Unidos que se difundían esta semana espolearon hoy el ánimo comprador en la Bolsa de Nueva York, que tuvo su mejor sesión desde el pasado 22 de julio.
El mercado bursátil neoyorquino se unió así a la jornada positiva que tuvieron también los mercado asiáticos y los europeos y amplió las sólidas ganancias que logró en julio, que fue el mes más boyante para el índice Dow Jones de Industriales en un año.
Después de los sólidos avances conseguidos en esta primera sesión de agosto, el Dow acumula ya un alza del 2,36% en lo que va de este año, al tiempo que el S&P 500 ha subido el 0,96% y el mercado Nasdaq ha ascendido el 1,16%.
Los inversores mostraron la pasada semana más dudas que en sesiones previas acerca del ritmo de recuperación de la economía de EE.UU. y los cálculos oficiales, que mostraron un crecimiento algo más débil de la actividad en el segundo trimestre de este año, dieron el viernes más argumentos a los inversores para mantenerse a la expectativa.
Los datos que difundió hoy el Instituto de Gestión de Suministros (ISM), relativos a la actividad manufacturera en julio, confirmaron también que el crecimiento de ese sector se ralentizó algo en el inicio de la segunda mitad de este año, aunque menos de lo esperado.
El índice da actividad se situó el pasado mes en 55,5 puntos, comparado con los 56,2 puntos de junio y los 54,2 puntos que preveían los economistas, y el sector manufacturero ha mantenido su avance durante todo un año.
El informe mensual del ISM reflejó además una evolución positiva del empleo, al tiempo que los precios se mantienen estables.
El inesperado alza del 0,1% en los gastos de construcción en junio, después de un descenso del 1% en mayo, supuso también un dato positivo de un sector que no acostumbra a dar motivos para la celebración, al igual que el de la vivienda.
Con ese escenario de fondo, el Dow finalizó la sesión con un alza del 1,99% (208,44 puntos) y llegó a 10.674,38 unidades, la cota más alta desde el pasado 13 de mayo.
El S&P 500 ascendió el 2,2% (24,26 puntos) y llegó a 1.125,86 puntos, al tiempo que el índice del mercado Nasdaq subió el 1,8% (40,66 puntos), a 2.295,36 unidades.
El avance bursátil no se detuvo incluso después de que el presidente de la Reserva Federal de EE.UU., Ben Bernanke, manifestase que la economía estadounidense tiene que recorrer aun un largo camino hasta recuperarse plenamente de la crisis.
«Tenemos un camino considerable por delante antes de alcanzar la plena recuperación de nuestra economía», señaló durante un discurso en Carolina del Sur.
Las treinta empresas que conforman el Dow registraron aumentos en el valor de sus acciones y el mayor se lo anotó el productor de aluminio Alcoa (4,83%).
Le siguieron la petrolera Exxon Mobil (3,79%), el banco JPMorgan Chase (3,38%), Hewlett-Packard (3,3%), la farmacéutica Pfizer (3,2%) y la tecnológica Cisco Systems (3,16%).
Fuera del Dow, las acciones de Ford subieron el 3,05%, tras conocerse que ha completado la venta de la sueca Volvo a la empresa china Geely, que le reportará 1.800 millones de dólares.
Los títulos de la compañía canadiense Research in Motion que se negocian en el Nasdaq se depreciaron el 0,96%, tras conocerse que los Emiratos Árabes Unidos suspenderán desde el 11 de octubre los servicios de internet de su teléfono BlackBerry.
Los sólidos resultados trimestrales conseguidos por los bancos europeos HSBC y BNP Paribas favorecieron también el alza en Wall Street y en las bolsas europeas y los títulos de esas entidades que se negocian en Nueva York subieron el 5,21% y el 7,3% respectivamente.
El barril de crudo de Texas para entrega en septiembre se encareció el 3,02% o 2,39 dólares y finalizó a 81,34 dólares.
El dólar se debilitó ante el euro y por esa divisa europea se pagaban 1,3171 dólares al cierre del mercado bursátil, comparado con 1,3033 dólares el viernes, y la deuda pública estadounidense a diez años bajaba de precio, para ofrecer una rentabilidad del 2,96%.
