La Bolsa de Nueva York comenzaba hoy la jornada con un moderado tono positivo y el Dow Jones de Industriales ascendía el 0,15%, después de conocerse que las peticiones nuevas de subsidios por desempleo en Estados Unidos bajaron la semana pasada.
Al cumplirse la primera media hora de negociaciones ese indicador bursátil ganaba 15,36 puntos y llegaba a 10.284,83 unidades, al tiempo que el selectivo S&P 500 ascendía el 0,36% (3,94 puntos), a 1.084,23 enteros.
El índice compuesto del mercado Nasdaq subía un 0,29% (6,26 puntos) y se instalaba en 2.183,10 unidades.
El mercado bursátil neoyorquino mostraba una ligera tendencia alcista en los inicios de la sesión, tras constatar que en la semana pasada se registraron 472.000 peticiones nuevas de subsidios por desempleo, 6.000 menos que en la anterior y una cifra algo más favorable de lo que se esperaba.
Esos cálculos del Departamento de Trabajo se conocen un día antes de que difunda su informe acerca de la situación del mercado laboral en EE.UU. en agosto, que se prevé reflejará un pérdida de más de 100.000 puestos de trabajo respecto del mes anterior y una tasa de desempleo del 9,6%, una décima más que en julio.
Los inversores comenzaron sus operaciones después de conocer también que la productividad en EE.UU. bajó el 1,8% en el segundo trimestre de este año, el doble de lo que había calculado con anterioridad ese mismo departamento.
Los sectores de empresas de transporte (0,44%) y de servicios (0,24%), así como el industrial y el de equipamiento, que subían el 0,18% en ambos casos, iniciaban la jornada con algo más de empuje que el resto.
Home Depot (1,43%), Disney (0,98%), Boeing (0,85%), Alcoa (0,76%) y Walmart (0,74%) lideraban de momento el grupo de empresas incluidas en el Dow Jones que iniciaban la jornada con alzas en el valor de sus acciones.
En el polo opuesto se situaban American Express (-1,53%), Travelers (-0,7%), United Technologies (-0,55%), Exxon Mobil (-0,43%) y Kraft Foods (-0,46%), que registraban descensos algo más notables que el resto.
El dólar se anotaba una escasa variación ante el euro y por esa divisa europea se pagaban 1,2805 dólares, al tiempo que la deuda pública de EE.UU. a diez años bajaba de precio, para ofrecer una rentabilidad del 2,61%.
