La Bolsa de Nueva York abrió hoy con bajada, pese a los múltiples anuncios de compra empresariales conocidos antes de la apertura, de forma que el Dow Jones de Industriales abrió la primera sesión de la semana con un descenso del 0,17% media hora después del comienzo de las contrataciones.
A esa hora, el principal indicador del parqué neoyorquino bajaba 18,47 puntos, para situarse en 10.841,79; mientras que el selectivo S&P 500 descendía 1,16 enteros, hasta 1.147,51, lo que supone una bajada del 0,1%.
El índice compuesto del mercado tecnológico Nasdaq retrocedía 3,27 puntos, hasta 2.377,95, lo que indica una bajada del 0,14% que podría responder, según los analistas y al igual que para el resto de los indicadores, a un cierto temor por parte de los inversores a lo que se pueda conocer esta semana sobre la recuperación económica en Estados Unidos y Europa.
Este comienzo en negativo interrumpía el optimista cierre de la semana pasada, cuando los principales indicadores terminaron con subidas diarias cercanas al 2%, lo que permitió a Wall Street terminar en positivo por cuarta semana consecutiva.
De continuar esa tendencia, esta semana el Dow Jones podría firmar su mejor mes de septiembre desde 1939, aunque, de momento, el arranque de este lunes no parecía dispuesto a aportar demasiado.
Aunque los futuros se habían negociado al alza hasta minutos antes de la apertura oficial del mercado, nada más comenzar la jornada los principales indicadores se ponían en números rojos.
Hasta ese momento, los analistas habían confiando en una apertura al alza, a la vista del anuncio de múltiples compras empresariales, que suelen transmitir la sensación de que las compañías confían en un futuro a corto y medio plazo suficientemente estable y de crecimiento como para embarcarse en fusiones y absorciones.
Una de las operaciones más importantes anunciadas hoy fue la de la aerolínea Southwest, que difundió su oferta de compra sobre AirTran Airways por 1.370 millones de dólares (3.400 millones si se suma la deuda acumulada por AirTran).
A esa hora, las acciones de Southwest subían el 4,07%, hasta 12,78 dólares, las de AirTran Hodings se disparaban un 58,24%, hasta 7,2 dólares, y el conjunto del sector se apreciaba un 2,21%.
Los inversores también desayunaron con la noticia de que la empresa anglo-holandesa de alimentación, productos de limpieza e higiene personal Unilever ha acordado la compra de la estadounidense Alberto Culver, fabricante de champús y acondicionadores, por 3.700 millones de dólares (37,5 dólares por acción).
Las acciones de Unilever que se negocian en la Bolsa de Nueva York subían el 1,3% y las de Alerto Culver un 19,44%, hasta 37,6 dólares, mientras que el conjunto de su sector registraba un mínimo avance del 0,08%.
Otra operación que animó hoy el comienzo de la sesión fue la propuesta por Wal-Mart, una de las mayores empresas de supermercados del mundo, que quiere comprar la cadena sudafricana Massmart y utilizarla como base para la expansión de sus negocios en África.
Las acciones de Wal-Mart, que es uno de los treinta valores que integran el Dow Jones de Industriales, bajaban un 0,28%, mientras que las de Massmart que negocian en Estados Unidos avanzaban un 11,34% hasta 43,2 dólares.
Entre el resto de los componentes del Dow Jones, los mayores descensos los registraban el fabricante de Aluminio Alcoa (-1,39%), la farmacéutica Pfizer (-1,21%) y la entidad financiera Bank of America (-1,18%).
En el extremo contrario lideraba los avances Hewlett-Packard (0,76%), que anunció que había completado la compra de 3Par por 33 dólares por acción, después de imponerse a Dell (0,4%), que también había tratado de hacerse con esa empresa.
En otros mercados, el petróleo se apreciaba y sus contratos para noviembre subían el 0,25% para negociarse a 76,68 dólares el barril, al tiempo que el oro continuaba con sus subidas y se negociaba ya a 1.299,9 dólares la onza, después de haber superado momentáneamente los 1.300 dólares.
En el mercado de divisas, el dólar bajaba ante el euro, que se cambiaba a 1,3479 dólares, mientras que una moneda estadounidense equivalía a 84,28 yenes. La rentabilidad de la deuda pública a diez años bajaba hasta el 2,54%.
