El diferencial entre el bono español a diez años y el alemán del mismo plazo, lo que se conoce como prima de riesgo país, se ensanchó ligeramente en la apertura del mercado de deuda pública y se situó en 269 puntos básicos, por encima de los 267 a los que cerró ayer tras los ajustes propios de este mercado.
No obstante, aún permanece por debajo del máximo histórico alcanzado ayer desde la implantación del euro, 272,2 puntos básicos.
El aumento obedece al descenso de la rentabilidad del bono alemán, que ha pasado del 2,753% de la víspera al 2,725% de hoy, en tanto que el bono español ha rebajado su rendimiento en menor medida, desde el 5,424% al 5,419%.
El precio de estos bonos, que suele evolucionar en sentido contrario a su rentabilidad, se situaba en el 95,69% para el español y en el 98,70% para el germano.
También el bono griego aumentaba su distancia respecto del alemán, desde 902 a 906 puntos básicos, mientras que el irlandés comenzaba a reflejar la ayuda acordada al país por la Unión Europea y se reducía hasta 646 puntos básicos desde los 649 de la víspera.
Otro indicador de confianza de los inversores, los seguros de impago de deuda o CDS españoles, se situaban a esta hora en 344.000 dólares para cubrir la posibilidad de impago de 10 millones de dólares en bonos españoles a 10 años.
España se mantenía así como el octavo país con los CDS más caros, sólo por detrás de Venezuela, Grecia, Argentina, Ucrania, Irlanda, Portugal y Hungría.
Por lo que respecta a los futuros, los contratos que se negocian sobre la deuda alemana subían hasta el 127,22% frente al 127,07% del cierre anterior, mientras que los que predicen el comportamiento de la deuda estadounidense partirán hoy desde el 127,01%.
