Sacyr y Pemex han alcanzado un acuerdo para sindicar los derechos de voto de sus respectivas participaciones del 20 % y del 4,81 % en Repsol, a la vez que el grupo mexicano se compromete a adquirir un 5 % más antes de un mes de la petrolera española y alcanzar así un 29,8 % conjunto.
Según el pacto parasocial remitido hoy por Sacyr a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), las dos empresas se han comprometido a no superar ese porcentaje y sortear así la obligación legal de presentar una opa por la petrolera.
Sacyr y Pemex explican que su acuerdo, con una duración inicial de diez años prorrogables automáticamente en plazos de cinco, busca desarrollar «la visión común» que tienen sobre la empresa y aportar «sus conocimientos y experiencia para participar, colaborar e influir en la mejor gestión de Repsol».
Entre los puntos concretos del acuerdo destacan la conveniencia de separar las funciones del presidente del Consejo de Administración y del primer ejecutivo de la petrolera, «en línea con las mejores prácticas internacionales de gobierno corporativo».
De esta forma proponen que estas dos funciones, que desempeña Antonio Brufau, recaigan en miembros distintos del Consejo.
Portavoces de ambas compañías consultadas por Efe se remitieron a su intención de alinearse con las prácticas internacionales y señalaron que no hay propuestas sobre un eventual cambio en la dirección.
Asimismo, dijeron que desconocían si la cúpula de la petrolera había sido informada con antelación del contenido del acuerdo parasocial.
El acuerdo amplía la brecha entre las participaciones de los principales accionistas de la petrolera: La Caixa, con un 12,9 % y el BBVA, con un 3,9 %.
Desde Repsol y desde fuentes oficiales de La Caixa declinaron hacer ningún comentario sobre la operación.
El documento subraya la intención de Sacyr y Pemex de mantener Repsol como una «compañía de bandera española independiente y líder en el sector energético», fomentar «su crecimiento internacional rentable» y contribuir a incrementar «la eficiencia en su gestión».
Además, recogen la necesidad de mejorar la coordinación de las participadas y de fomentar medidas para que el mercado reconozca «el verdadero potencial de Repsol».
En cuanto a su peso en el Consejo, Sacyr y Pemex buscan maximizar su presencia y establecen que si la unión de sus derechos de voto les permitiera un nuevo consejero sería propuesto por Sacyr y a partir de ahí a partes iguales con redondeo preferente para la constructora presidida por Luis del Rivero.
Actualmente, Sacyr tiene tres miembros en el Consejo de Administración de la petrolera y Pemex uno.
En virtud del pacto, las dos empresas votarán lo mismo en los principales acuerdos de la Junta General: los referentes a ampliaciones de capital, emisiones de deuda, fusiones, nombramientos o ceses del Consejo, retribución de administradores, modificación de estatutos sociales, política de dividendos.
Asimismo, se comprometen a alcanzar acuerdos sobre los votos de sus consejeros en el máximo órgano de dirección de la petrolera española.
