La banca española necesita 59.300 millones para sanearse, según el informe de Oliver Wyman
La petición de ayuda europea para la capitalización de la banca se limitará a unos 40.000 millones de los 100.000 millones concedidos.
A esa cifra llegó el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, tras exponer los resultados del examen a que se ha sometido el sector bancario por parte de la consultora Oliver Wyman.
La prueba arroja pocas sorpresas y muestra que, en situación extremadamente complicada, siete de los catorce grupos bancarios analizados van a necesitar del orden de 60.000 millones de capital.
Los que suspenden la prueba son los cuatro grupos nacionalizados -BFA-Bankia, Catalunya Caixa, Novagalicia y Banco de Valencia- a los que se añaden Popular-Pastor, BMN y Liberbank.
Los requerimientos de Bankia ascienden inicialmente a 24.000 millones de euros, una cifra superior a la solicitada por el nuevo equipo gestor y que equivale a la mitad de las necesidades totales.
Pero si se toman en cuenta las fusiones en marcha y los efectos fiscales, la cifra total de las necesidades de estos grupos baja a 53.745 millones. Y de esa cantidad habría que restar un tercio, porque muchos activos se traspasarán al ‘banco malo’, algunos propietarios tendrán que sufrir una quita y hay entidades dispuestas a captar capital por sus propios medios, sin tener que solicitar la ayuda.
Es el caso del Banco Popular. La entidad ha comunicado que los 3.200 millones requeridos para un escenario extremo los obtendrá sin ayudas públicas, al tiempo que recuerda que siempre ha obtenido los recursos necesarios «a través de la retención de beneficios y la aportación de capital de sus accionistas».
Planes de reestructuración
El secretario de Estado de Economía ha presentado los datos de este examen de septiembre acompañado del subgobernador del Banco de España y director general del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, Fernando Restoy.
Ambos han dado por hecho que los dos grupos de cajas en proceso de fusión, Unicaja-CEISS y el liderado por Liberbank, junto con Ibercaja y Caja3, siguen dispuestos a continuar por esta vía. Han precisado, no obstante, que podría darse el caso de que las entidades que integran estos proyectos procedan a realizar algún saneamiento previo, individual o colectivamente.
Jiménez y Restoy han destacado que siete grupos bancarios -Santander, BBVA, CaixaBank-Cívica, KutxaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja-CEISS (Caja España-Duero), que representan el 62% de la cartera crediticia del sistema financiero español, pasan los requerimientos del escenario más extremo con holgura, y no tienen necesidades adicionales de capital.
Las cuatro entidades con mayores exigencias, que son las nacionalizadas, ya han comenzado a trabajar, junto con las autoridades nacionales y europeas, en los correspondientes planes de reestructuración.
En las tres restantes se abre un plazo, desde ahora mismo, para determinar si son capaces de cubrir sus necesidades por propios medios, o si van a precisar ayudas públicas.
Las cifras del informe
De los bancos nacionalizados, tras Bankia, que requiere 25.000 millones de euros, siguen Catalunya Caixa (10.825 millones), Novagalicia (7.176 millones) y el Banco de Valencia (3.462 millones).
La auditoría revela también que el Banco Popular, una de las grandes entidades españolas, necesita 3.223 millones de euros, cifras que la entidad se ha comprometido a lograr sin ayudas públicas.
Siete grupos bancarios españoles -Santander, BBVA, La Caixa, Sabadell, Kutxabank, Bankinter y Unicaja CEISS- aprobaron el test de estrés. Representan el 62 % del sector desde el punto de vista de la cartera crediticia y componen el denominado «grupo cero» de la banca española, cuyos miembros no sólo no necesitan capital adicional sino que cuentan con excedente, incluso en el peor de los contextos a los que han sido sometidos por la consultora.
En concreto, en el escenario más adverso de los posibles contemplados por Oliver Wyman, el Banco Santander dispone de un colchón de 25.297 millones de euros, el BBVA, de 11.183 millones, Caixabank-Banca Cívica, de 5.720 millones, Kutxabank, de 2.188 millones, Sabadell-CAM, de 915 millones, Bankinter, de 399 millones, y Unicaja-CEISS, de 128 millones.