El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha asegurado que, sin las medidas aplicadas en el sector financiero, se podrían haber producido caídas del PIB «del 10 o del 15%», debido a aspectos como «la desconfianza que se habría generado en el sistema bancario español», a la salida de depósitos o la contracción del crédito.
En el supuesto de que no se hubiesen aplicado medidas, «no estaríamos hablando de caídas del PIB del 2 o del 3%, sino que estaríamos hablando de caídas del PIB del diez o del 15% y sería otra historia completamente diferente». El Gobierno, señaló, no ha inyectado dinero en los bancos para salvar a malos gestores, sino que lo ha hecho «para evitar que paguen los depositantes, que son los que no tienen la más mínima responsabilidad al respecto», evitando a la vez una «caída de la economía española mucho más intensa». Al ser preguntado sobre el escándalo de las tarjetas black de Bankia y sobre el presunto fraude en su salida a bolsa, el ministro ha indicado que por parte del Gobierno «no se ha rescatado a ningún banquero», sino que ha rescatado «a los depositantes», es decir, a todos los ahorradores. En este sentido, De Guindos, que ha ofrecido en el Círculo de la Amistad de Córdoba una conferencia en el marco del Encuentro ABC-Caja Rural del Sur, ha señalado, en respuesta a preguntas de los asistentes sobre este asunto, que «cajas de ahorros con problemas ha habido en todos sitios». De hecho, el Gobierno ha tenido que «nacionalizar tres, Bankia, Catalunya Caixa y Nova Caixa Galicia», con un coste global de decenas de miles de millones, reconociendo el ministro que «esto es difícil de explicar, pues no es sencillo que la gente lo entienda». A este respecto, De Guindos ha argumentado que, si el Ejecutivo no hubiera «rescatado a estas entidades, el agujero lo tendrían que haber pagado los depositantes», lo que en el caso de Bankia, «si el agujero era de 22.000 millones», habría significado que los depositantes, «es decir, la gente que tenía cartillas o cuentas corrientes y los pensionistas con sus pequeños ahorros», habrían sufrido «una quita» en sus depósitos. En consecuencia, el Gobierno «no ha rescatado a ningún banquero y a ningún accionista». «No hemos pagado ni una sola indemnización y bajamos los sueldos de los banqueros de las antiguas cajas intervenidas desde el primer momento», indicó. «Aquí no se ha rescatado a ningún banquero», sino que se ha rescatado «a los depositantes», que habrían sido los grandes perjudicados en caso contrario, argumentó.