La Comisión Europea considera que España debe seguir mejorando la competitividad de precios y consolidar un modelo de crecimiento menos dependiente de la demanda doméstica para mantener a raya las importaciones, que están volviendo a aumentar tras el ajuste registrado durante la crisis.
«Las mejoras en la competitividad de precios y el reequilibrio de la demanda final hacia las exportaciones debe continuar para garantizar la sostenibilidad externa», señala un estudio sobre el peso de las importaciones en la economía española elaborado por el departamento de Asuntos Económicos del Ejecutivo comunitario. «Ello requerirá esfuerzos continuados para mejorar la eficiencia de los mercados domésticos de bienes y servicios, completando así el significativo ajuste salarial ya conseguido, y especialmente la eliminación de barreras para el crecimiento de las empresas, que es a menudo crucial para penetrar los mercados externos», apunta el informe. Las importaciones de bienes y servicios en España cayeron casi un 17% entre 2008 y 2013, lideradas por las importaciones no energéticas, que disminuyeron casi un 20%. Como resultado, la balanza por cuenta corriente española ha pasado de un déficit del 10% a un superávit del 1,1% en sólo 6 años. La caída de la demanda interna ha contribuido a alrededor del 50% de la contracción de las importaciones, mientras que las mejoras de competitividad contribuyeron a un 40%. «Las importaciones de España recuperarán probablemente parte del terreno perdido en los próximos meses, como ya estamos observando en la actualidad. La consolidación de la contracción de las importaciones dependerá de una mejora continua en la competitividad de precios y en la consolidación de un modelo de crecimiento que sea menos dependiente de la demanda doméstica», concluye el informe.
