La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha confirmado el rating ‘BBB’ de emisor a largo plazo de Brasil, aunque ha revisado de ‘estable’ a ‘negativa’ su perspectiva debido a la situación económica del país y sus problemas fiscales.
«El continuado bajo rendimiento económico de Brasil, sus mayores desequilibrios macroeconómicos, el deterioro de sus cuentas fiscales y el incremento material del endeudamiento público están elevando las presiones a la baja en su perfil crediticio soberano», afirma en un comunicado. En este sentido, Fitch subraya que, aunque el Gobierno ha iniciado un proceso de ajuste macroeconómico para impulsar la confianza y la credibilidad política, persisten los riesgos a la baja relacionados con su implementación eficaz y su mantenimiento, especialmente en un entorno «complicado económica y políticamente». Asimismo, la agencia de calificación crediticia advierte de que tensiones adicionales tanto domésticas como externas podría socavar el ritmo y el alcance del proceso de ajuste. Fitch recuerda que la economía brasileña creció «sólo» un 0,1% en 2014 y está previsto que se contraiga un 1% en 2015. Además, remarca que las perspectivas de crecimiento a medio plazo dependerán en gran medida de la capacidad del Gobierno de revertir la caída de la confianza y mejorar la competitividad de la economía. Por otro lado, también subraya que la elevada inflación, que supera el 8%, y los altos déficits fiscal y por cuenta corriente ponen de relieve los desequilibrios macroeconómicos del país. Según la agencia, a todo esto se suma el escenario político, ya que el segundo mandato de Dilma Rousseff se está desarrollando en un contexto de baja popularidad y de un Congreso fragmentado y enfrentado. Además, la investigación por corrupción en Petrobras también podría salpicar al Ejecutivo.
