La oposición reclama mejores salarios para la mujer en vez de complementar pensiones a las madres

Los grupos de la oposición han protagonizado un duro debate en la Comisión del Pacto de Toledo el Real Decreto sobre el futuro complemento de entre el 5% al 15% en las pensiones para las madres a partir de dos hijos, y han coincidido en perseguir una reducción de la brecha de género y la mejora de las tasas de natalidad, pero atajando mejor los obstáculos que la frenan en el momento de la procreación y empezando por igualar los salarios de hombres y mujeres.

Por parte del PSOE, su portavoz en la Comisión, Isabel López i Chamosa, ha dudado de que se pueda fomentar la natalidad estableciendo complementos en la jubilación. «Cuando están las necesidades es en el momento de la procreación, ese es el momento en que hay que dar la protección», ha añadido.

Para la socialista «la brecha salarial es el problema», a lo que ha añadido que «lo más evidente» sería también garantizar la educación de 0 a 3 años gratuita para todos, que todos los nacimientos generen un derecho a una prestación por maternidad, mejorar la prestación por hijo a cargo o garantizar el puesto de trabajo a las mujeres que tengan un hijo.

«Es una barbaridad dejar a las 4,7 millones de mujeres actualmente jubiladas sin ninguna mejora de la pensión», ha añadido, para finalizar señalando que «este plan nace sin créditos, con el mismo dinero que había».

El portavoz del grupo de Convergència y Unió, Carles Campuzano, ha señalado que es una medida de «efectismo electoral» que no alcanza a solucionar ni el problema demográfico ni la brecha de género.

Para ello, ha reclamado «guarderías, ayudas directas a las familias para compensar el coste de los hijos, horarios que permitan conciliar la vida laboral personal y combatir la pobreza infantil». Además, ha llamado a solucionar las desigualdades de género enmarcadas en el mercado de trabajo.

Otra de las críticas de Campuzano al Real Decreto es que no aborda la responsabilidad de los varones en las tareas del hogar como medio para facilitar la procreación.

Por su parte, el portavoz de la ICV, Joan Coscubiela, ha iniciado su exposición con tono irónico: «Quiero agradecer al señor Tomás Burgos que en su condición de delegado nacional de la Sección Femenina del Gobierno de España nos haya presentado este informe antes de que acabe el año 1955», ha dicho.

Dicho esto, ha dudado de que una mujer con un trabajo a tiempo parcial, vaya a tomar una decisión de maternidad porque se le vaya a compensar la pensión décadas después. Por el contrario, ha señalado que la medida del Gobierno no va al centro de las causas de la brecha de género en las pensiones.

Según ha dicho, esta circunstancia hace necesario abordar la discriminación de género en los salarios o la especialidad de las mujeres en el empleo a tiempo parcial. Asimismo, Coscubiela ha señalado que la medida es discriminatoria con el resto de las mujeres pensionistas que tuvieron hijos antes de la medida, «cuando sus condiciones eran aún más injustas».

«¿Y cómo se financia?», ha señalado, finalmente, para recordar que durante toda la legislatura el Gobierno ha advertido de los riesgos de sostenibilidad y «a las puertas de las elecciones viene con este planteamiento». «No es serio», ha añadido.

UNA MEDIDA «EXTRAVAGANE».

Por el Grupo Mixto, la portavoz de BNG, Olaia Fernández Dávila, ha reprochado a Burgos hacer planteamientos propios de «tiempos pasados, con el sonido del NODO». «Sólo le ha faltado elevar la maternidad a sacramento», ha añadido.

«Las mujeres no somos hermafroditas, tienen unos padres a su lado y la responsabilidad de la regeneración generacional es de ambos géneros», según Fernández Dávila, quien ha explicado que «el problema es que socialmente no se da las mujeres las condiciones adecuadas de tener hijos garantizando la igualdad de género».

Así pues, tras tachar la medida de «electoralista», ha coincidido con el resto de los grupos de la oposición que es preciso «subir los salarios de las mujeres», en lugar de «discriminar a las mujeres entre las mujeres», porque, a su juicio, la medida creará otra brecha frente las madres ya pensionistas.

El portavoz de Empleo de PNV, Emilio Olabarría, ha calificado la medida de «extravagante» y ha apuntado que «es más razonable fomentar la procreación en las franjas de edad donde es posible, no 30 años después». Además, se ha sumado a las voces que la tachan de «electoralista» y ha criticado que se sustente sobre cálculos que son «metafísicamente imposibles».

Por su parte, el portavoz en la Comisión de UPyD, Rafael Calduch, ha calificado los cálculos que fundamentan la medida de «especulaciones» y su lectura de «interesada».

«Es una medida electoralista por el momento en el que llega e insuficiente», ha añadido. Y es que desde UPyD se ha cuestionado «¿por qué (el complemento) a partir de dos hijos?», para responderse a renglón siguiente que ello haría imposible sufragarla puesto que las beneficiarias se dispararían a tres millones. «Es una medida discriminatoria», ha afirmado por ello.

Finalmente, la portavoz en la Comisión del Pacto de Toledo del Grupo Popular, Carolina España, ha defendido que con esta medida se hace «justicia social» y ha matizado que el objetivo primero es reducir la brecha de género en las pensiones, no tanto fomentar la natalidad.

Por otro lado, España ha avanzado que la próxima semana acudirán a la Comisión los agente sociales para debatir el Real Decreto y que tras ellos, acudirán expertos en la materia.

REPROCHES A LOS PORTAVOCES.

Por su parte, Burgos ha agradecido el tono «razonable» utilizado por la mayor parte de los portavoces y «no tanto a los que han incorporado a su discurso referencias absolutamente inaceptables, inadecuadas y desproporcionadas», en relación a los que han asociado esta iniciativa con el régimen franquista.

«Creo que si algunos no tuvieran el Franquismo en su imaginario tendrían enormes dificultades para construir un discurso mínimamente razonable», ha añadido, para apostillar que «el maniqueísmo es un mal consejero, un mal acompañante en este tipo de debates, y lo único que evidencia es una simpleza intelectual absolutamente llamativa».

Dicho esto, Burgos ha reiterado que el principal objetivo del complemento planteado no es necesariamente incrementar la natalidad, sino reducir la brecha de género.

Además, ha dicho que es un «discurso a la griega» oponerse a una medida que ya se está debatiendo en las instituciones europeas. «Oyéndoles en Francia pensarían que pertenecen a un siglo pasado porque el debate avanza en esta dirección», ha dicho.

Asimismo, ha criticado a quienes afirman que los efectos sobre las pensiones se buscan dentro de 30 o 40 años, porque también se ven afectadas las prestaciones por viudedad e incapacidad, que pueden generarse «el mismo 1 de enero de 2016».

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