El ministro de Economía, Luis de Guindos, se ha mostrado ese martes «convencido» de que la próxima vacante en el Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) -la vicepresidencia quedará vacante en 2018–, será para España, después de que el ministro español perdiera el lunes ante el holandés Jeroen Dijsselbloem la votación para presidente del Eurogrupo.
«Estoy convencido», ha dicho, rotundo, el ministro, al ser preguntado por esta vacante, en la rueda de prensa ofrecida en Bruselas al término de la reunión de ministros de Economía de la UE. De Guindos ha explicado que España consideraba que la recuperación de su economía es el mejor argumento para defender la candidatura que no ha prosperado para que presidiera el Eurogrupo y ha destacado que el país crece y «la situación es diferente», después de que «la batalla del euro se librara en España. «España dejó de ser un elemento de crisis y hoy es un elemento de solución», ha recalcado. El ministro ha agradecido el apoyo de Alemania a su candidatura y también que lo hiciera «público», algo que no ha ocurrido en todos los casos, ya que la votación fue finalmente secreta, pese a que el Gobierno español había solicitado plena transparencia. En cuanto a las opciones de España para recuperar en los próximos años el peso perdido en las instituciones europeas, De Guindos ha advertido de que ello «depende de los calendarios», pero se ha mostrado «convencido» de que la presencia española va a ser «cada vez más fuente». Preguntado por si con ello asume que la próxima vacante en la ejecutiva del BCE será para España, De Guindos lo ha confirmado. De acuerdo al calendario del BCE, la próxima vacante en su directiva se dará a mediados de 2018, cuando concluya el mandato de ocho años del portugués Vitor Constancio, que asumió el cargo el 1 de junio en 2010. España perdió su asiento en el directorio con la salida en 2012 de José Manuel González Páramo, una situación que, según el ministro De Guindos se debió a la «debilidad económica y política» del país en aquellos años.
