Montoro presenta mañana al Congreso los Presupuestos 2016 que los altos cargos explicarán desde el día 18

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, entregará este martes al presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2016, que los altos cargos del Gobierno detallarán los días 18, 19 y 20 de agosto y que serán los cuartos y últimos de esta legislatura.

Tras su aprobación el pasado viernes por parte del Consejo de Ministros, el proyecto de cuentas para el próximo ejercicio será entregado oficialmente a la Cámara Baja por parte de Montoro, que llegará al Patio de Floridablanca hacia las 9.45 horas acompañado por sus secretarios de Estado, Marta Fernández Currás, Antonio Beteta y Miguel Ferre.

Toda la comitiva pasará después al Salón de Pasos Perdidos, donde el ministro entregará el código QR, el ‘pen drive’ y los tomos que recogen el detalle de los Presupuestos a Posada en presencia de otros responsables del área de Presupuestos –incluyendo previsiblemente al presidente de la comisión parlamentaria, el socialista José Enrique Serrano– y de portavoces del área como el ‘popular’ Jaime Olano.

Posteriormente, hacia las 11.30 horas, está previsto que comience en la Sala de Ernest Lluch la tradicional rueda de prensa en la que los cuatro máximos responsables del Ministerio de Hacienda explicarán el detalle del proyecto de ley y contestarán las preguntas de los periodistas.

TRAMITACION PREFERENCIAL

Según el Reglamento del Congreso, la tramitación del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado goza de preferencia sobre el resto de proyectos y proposiciones de ley, por lo que una vez registrado podrán comenzar las comparecencias de los altos cargos del Gobierno, cuyo calendario concreto aún debe ser acordado por la Comisión de Presupuestos en una reunión de la Mesa y los Portavoces que tendrá lugar el mismo martes a las 18.00 horas a partir de las solicitudes que presenten los grupos.

En cualquier caso, la intención es citar a los responsables gubernamentales los días 18, 19 y 20 de agosto en turno de mañana y tarde y sin pausa para comer, según han confirmado a Europa Press fuentes parlamentarias, que también indican que las comparecencias que se aceptarán serán las habituales, comenzando previsiblemente por el gobernador del Banco de España, Luis María Linde.

Dado lo excepcional de que las cuentas de 2016 se tramiten en pleno mes de agosto, la intención de los responsables parlamentarios es limitar el número de comisiones de modo que, por ejemplo, los asuntos de Economía o Hacienda sean vistos por la Comisión de Presupuestos o los de Servicios Sociales por la de Sanidad, sin tener que convocar a todos los órganos.

PRESENTACION DE ENMIENDAS

Finalizadas las comparecencias, las diferentes formaciones podrán presentar sus enmiendas contra la totalidad del proyecto de ley previsiblemente hasta las 14.00 horas del viernes 21 de agosto, con el objetivo de que los vetos se puedan debatir en un Pleno extraordinario de la Cámara Baja que ya está previsto para los días 25 y 26 de agosto.

Una vez rechazadas las enmiendas de totalidad –gracias a la mayoría absoluta del PP–, el plazo de presentación de enmiendas al articulado permanecerá abierto, si se cumplen los plazos habituales, hasta las 14.00 horas del viernes 28, de modo que la Ponencia del Presupuesto pueda debatir cuáles incorpora automáticamente y emitir su informe antes de que acabe agosto.

Durante la primera semana de septiembre, la Comisión que preside Serrano revisará en varias sesiones las enmiendas parciales que queden vivas, centradas en los diferentes capítulos del Presupuesto, para que el dictamen resultante pueda ser debatido por el Pleno del Congreso, previa intervención de cada uno de los ministros para defender su parte de las cuentas, durante la segunda semana de septiembre.

Una vez la Cámara Baja haya votado todas las enmiendas y aprobado el texto, éste se remitirá al Senado, donde se seguirá el mismo procedimiento de tramitación, que concluirá con la remisión del texto resultante al Congreso para un último debate, en aras a que los Presupuestos puedan ser aprobados antes de que se disuelvan las Cortes por la convocatoria de elecciones generales.

Una disolución que tiene que producirse 54 días antes de la celebración de las elecciones, lo que llevaría los plazos al 29 de septiembre si Rajoy elige finalmente el 22 de noviembre como jornada electoral o al 6 de octubre si se opta por el 29 de noviembre.

BAJA EL TECHO DE GASTO

Para hacer el Presupuesto, el equipo económico del Gobierno ha partido de un límite de gasto no financiero de 123.394 millones de euros, lo que supone un descenso del 4,4% respecto al techo de gasto de 2015. La cifra parte de una previsión de ingresos tributarios de 193.520 millones, un 4% más que en 2015, que se queda en 134.773 millones tras la cesión a las administraciones territoriales, un 0,8% más.

Además, contempla un objetivo de déficit para el Estado de 25.134 millones (2,2% del PIB), una financiación de las administraciones territoriales a través del presupuesto de gastos de 33.797 millones y unos ajustes de contabilidad nacional de 2.716 millones.

Si se engloban los gastos en las grandes políticas del Gobierno, el 53% del total de presupuesto del año que viene irá a gasto social, con 188.130 millones de euros, un 0,4% más. Al descontar el gasto en desempleo, el gasto social sube un 3,8% y se queda en 168.309 millones.

De su lado, el 34% se destinará a actuaciones de carácter general, con 118.640 millones, un 4,5% más que hace un año, mientras que las actuaciones de carácter económico supondrán el 8% del gasto total, con 28.373 millones y un descenso del 6,6%.

Además, la política de gasto de servicios públicos básicos contará con 16.716 millones de euros, el 5% del total y un 1,4% más que en el Presupuesto de 2015, cuando se destinaron 16.485 millones.

Los gastos de personal subirán un 4,9% y sumarán 16.839 millones, lo que incluye la subida salarial del 1% que ha incluido el Gobierno en las cuentas y la recuperación de parte de la paga extra suprimida en 2012.

Tal y como dijo el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el pasado viernes, de cada 100 euros del Presupuesto, 39 euros se dedicarán a las pensiones, 7 euros al desempleo y las políticas activas y 8 euros a otros gastos sociales. Además, 10 de cada 100 euros irán a pagar los intereses de la deuda y las pensiones, por su parte, subirán un 0,25%.

Con estas cuentas, el Gobierno pretende asentar «con más fortaleza» la recuperación económica y seguir gobernando hasta el último día, tal y como había prometido. El Presupuesto, según Rajoy, cierra una «etapa dificilísima» y abre un nuevo periodo de crecimiento «sostenido» y de creación «intensa» de empleo.

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