El Eurogrupo decide este viernes si aprueba el rescate a tiempo para que Grecia cumpla con el BCE

Los ministros de Economía y Finanzas de la Eurozona deciden este viernes si validan el acuerdo «técnico» cerrado en Atenas a principios de semana para un rescate de 86.000 millones de euros a Grecia –a tiempo para que el país cumpla con un próximo pago al Banco Central Europeo (BCE) el próximo jueves–, o si activan de nuevo el ‘plan b’ para que la Unión Europea conceda un crédito puente que permita aplazar el rescate.

Para ello, la Comisión Europea ha entregado al Consejo toda la documentación referente al Memorando de Entendimiento (MoU), que fija la condicionalidad, los plazos y los montos del rescate. El jefe del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, y el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, conversaron vía telefónica este jueves para avanzar en la preparación de la reunión del viernes.

Pero Bruselas también ha trasladado al Consejo los textos necesarios para un «uso eventual» del Mecanismo Europeo de Estabilidad (EFSM, por sus siglas en inglés)», según informó en una rueda de prensa la portavoz comunitaria en materia de Asuntos Económicos, Annika Breidthardt.

Se trata de un instrumento que cuenta con el presupuesto de la UE como aval, por lo que son los Veintiocho quienes tienen la potestad de activarlo o no, pero se presenta ante el Eurogrupo como «contingencia» y a petición de los Estados miembros, según explicó la portavoz.

Según han indicado a Europa Press fuentes europeas, la posibilidad de activar una nueva ayuda urgente –ya se liberaron 7.160 millones de euros en julio del mismo fondo– es una exigencia de los países «más críticos», como Alemania, que ven en el MoU elementos «algo vagos».

«Quieren más detalles», añaden las fuentes, sobre cuestiones como el fondo para privatizaciones por valor de 50.000 millones de euros que ya pidieron los líderes del euro en su cumbre del 12 y 13 de julio, pero que para los países con más reticencias está recogido «con muy poco detalle» en el acuerdo.

En cualquier caso, diversas fuentes de la negociación apuntan a un «escenario positivo» en la cita extraordinaria del Eurogrupo en Bruselas, y rebajan la importancia de que la opción de un crédito puente siga sobre la mesa.

La troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional), acompañada por miembros del fondo europeo de rescate (MEdE), lograron cerrar un acuerdo con el Gobierno de Alexis Tsipras el martes a primera hora.

Un acuerdo que necesita el visto bueno del Parlamento griego para ser valorado por el Eurogrupo y que incluye un nuevo bloque de medidas inmediatas (‘prior actions’), que los acreedores exigen a Grecia antes de darle ayuda, por ejemplo liberalizar el mercado del gas, eliminar las exenciones fiscales a las islas, retirar determinados subsidios agrícolas y retomar el programa nacional de privatizaciones.

El MoU, de 29 páginas, incluye reformas y ajustes para reducir el gasto público y mejorar la recaudación, así como para modernizar la administración, garantizar la sostenibilidad de las pensiones y la estabilidad del sistema bancario.

El rescate, previsto para un periodo de tres años, incluye así una «estricta» condicionalidad que será revisada cada tres meses, por lo que la primera evaluación se llevaría a cabo en el mes de octubre.

Será también en otoño, y después de esa primera evaluación, cuando se espera que el FMI decida su participación económica en el rescate, en función de la sostenibilidad de la deuda helena. La posibilidad de una reestructuración es algo que no se espera que sea discutido en la cita del viernes.

Si los países del euro ratifican las condiciones negociadas por la troika, aún quedará que varios parlamentos nacionales (siete en total, incluido el alemán) aprueben el programa y que, el miércoles a más tardar, el consejo de administración del MEdE confirme el lanzamiento del rescate.

Entonces se podrá desbloquear el primer tramo del rescate, de 26.000 millones de euros, según indicaron fuentes europeas a Europa Press, con el que el Gobierno de Syriza deberá pagar los 3.200 millones de euros más intereses al BCE que vencen el jueves, día 20, y destinar 10.000 millones a un plan inmediato para la recapitalización de la banca.

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