El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha defendido que la liquidez de emergencia a los bancos que otorga la institución financiera europea debería ser decidida a nivel supranacional en el futuro y a no nivel nacional como ocurre actualmente.
Durante un debate en la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios en la Eurocámara, el banquero italiano ha defendido «la necesidad de alguna manera de superar la responsabilidad nacional e ir hacia algún tipo de toma de decisión supranacional, que rinda cuentas y sea políticamente legítimo» en relación con el programa de liquidez de emergencia a la banca, conocida como ELA. El programa, en su opinión, es «muy complejo e intrínseco, debe simplificarse y hacerse más europeo, menos nacional y debe rendir más cuentas». «También ex ante», ha zanjado. Draghi ha recordado que es el Banco Central nacional el que solicita la liquidez de emergencia. «El ELA solo se puede dar a los bancos que son solventes y tiene una colateral adecuada o buena, suficiente. La calidad de esa colateral lo evalúa el supervisor competente», ha recordado, recordando hace año y medio esta evaluación era responsabilidad del supervisor nacional y ahora es del Mecanismo de Supervisión Unico (SSM). «Tenemos un SSM y tendremos pronto un mecanismo de resolución (bancaria) único y, posiblemente, un sistema de garantías de depósitos para toda Europa. ¿Tiene sentido todavía que el ELA todavía sea una tarea de un Banco Central Nacional?», se ha preguntado el banquero. «Es algo que estamos discutiendo, sobre cómo revisar esto y hacerlo una tarea del BCE o una tarea del Eurosistema más que una tarea de un Banco Central Nacional. En esta revisión, podríamos pensar sobre mejores normas sobre nuestra participación en la troika y en el programa» de rescate, ha puntualizado. Draghi ha recordado que la solvencia de un banco se ve «especialmente» afectada cuando tiene «en forma directa o indirecta muchos bonos soberanos», como ocurre en el caso de Grecia. PIDE A ATENAS RESOLVER CREDITOS MOROSOSEl presidente del Banco Central Europeo ha defendido los términos del programa de rescate pactado con Grecia y ha dejado claro que si Grecia cumple las medidas financieras exigidas sus «bancos serán recapitalizados». Del primer tramo de rescate a Grecia, 10.000 millones se han reservado para la posible recapitalización de los bancos helenos.
«Y este esfuerzo de los contribuyentes de la eurozona se justifica sólo si los bancos están en buen estado, notablemente que son capaces de cumplir su mandato de dar crédito al sistema privado, a hogares y empresas en Grecia. Y para hacer esto deben hacer frente al problema de los préstamos morosos y uno de las acciones financieras clave es abordar esto», ha zanjado. Respecto a la posibilidad de recapitalizar a la banca a través del fondo de rescate europeo, el Mecanismo de Estabilidad Financiera (MEDE), aunque Draghi ha admitido que «hubo un compromiso político» de los Gobiernos respecto a esta posibilidad, lo cierto es que en su opinión será una opción «bastante difícil» en «tiempos de crisis» por «la combinación» de las cuatro condiciones exigidas para ello, que el banco tiene que estar en proceso de resolución, la quita al 8% del pasivo del banco, el banco no debe poder acceder a capital en el mercado privado y debe tener carácter sistémico. INVERSIONES PUBLICAS NECESARIAS PARA REFUGIADOSPreguntado sobre el impacto de la crisis de refugiados en los objetivos de déficit, el presidente del Banco Central Europeo ha reconocido que hacer frente a ella «requerirá inversiones» públicas pero ha explicado que todavía no disponen de «un análisis completado de este problema».
«Estamos trabajando en ello. Por ahora sería prematuro para mí decir en cuánto los déficits de los Gobiernos se tendrán que ampliar para invertir en este desarrollo», ha dicho, dejando claro no obstante que si se gestiona «adecuadamente» la crisis de refugiados y «hay inversiones», a su juicio, «la Unión y la eurozona emergerán más fuertes en su debido momento». «Está bastante claro que lo que está ocurriendo cambiará profundamente el tejido social de la Unión Europea», ha remachado.