La Unión de Asociaciones de Estanqueros de España ha calificado de «grave error» la eventual subida de los impuestos del tabaco para cumplir la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que obliga a España a modificar el sistema de doble mínimo.
«Que el nuevo Gobierno aprovechara esta modificación para subir los impuestos especiales del tabaco con el objetivo de recaudar más sería un grave error; una equivocación que perjudicaría tanto a las arcas públicas como al sector tabaquero», ha señalado el presidente de la Unión de Estanqueros, Mario Espejo.
En 2010, según ha señalado, la entonces vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, anunció una subida moderada del impuesto sobre las labores del tabaco que supondría unos ingresos adicionales para la Hacienda pública de unos 780 millones de euros.
Desde la Unión de Estanqueros se advirtió «insistentemente» de que se estaba equivocando y «la realidad fue muy diferente a lo previsto por la ministra». En 2011 los ingresos por impuestos especiales cayeron un 4,1%; en 2012, un 3,94%; en 2013, un 5% menos. A partir de 2014 se inicia un «tímido» cambio de tendencia con un descenso de solo un 0,1% y en 2015 mejora «ligerísimamente» con un aumento del 0,25%.
En ese periodo, las ventas pasaron de 3.622 millones de cajetillas de cigarrillos en 2010 a 2.325 millones en 2015, una caída que no puede atribuirse al descenso de fumadores, que sólo bajó alrededor de un 3% durante esos años.
«Los datos encajan si tenemos en cuenta que la subida de los impuestos y la caída de la recaudación por impuestos especiales coinciden con el resurgimiento del contrabando de tabaco en España que hasta 2010 no pasaba del 4%. En 2014, sin embargo, la cuota de mercado del comercio ilícito se había triplicado y alcanzaba el 12,5% a nivel nacional y alrededor del 50% en comunidades autónomas como Andalucía y Extremadura», ha resaltado.
A su juicio, una nueva subida de los impuestos especiales de tabaco «con toda seguridad» contribuirá a incrementar el porcentaje de contrabando de tabaco que no ha dejado de crecer y adaptarse a la demanda del consumidor desde su resurgimiento.
Sólo entre julio y septiembre de este año, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado incautaron unas 260 toneladas de picadura y hoja de tabaco, que habrían supuesto 8,66 millones de paquetes de picadura de 30 gramos, 43,33 millones de euros a precio de mercado y unos 30,33 millones de euros perdidos en impuestos especiales e IVA.
«Considerando tan sólo el 9,9% de comercio ilícito de cajetillas registrado en 2015, sin tener en cuenta el creciente contrabando de hoja de tabaco y picadura, desde la Unión de Estanqueros estimamos que las arcas públicas perdieron cerca de 800 millones de euros el año pasado», ha explicado el presidente de los estanqueros.
