Axesor cree de que la incertidumbre política y la falta de un Gobierno estable pueden afectar a la economía

Axesor ha advertido de que la incertidumbre política y la falta de un gobierno estable pueden afectar a la actividad económica y dificultar la adopción de las reformas necesarias y el cumplimiento de la senda de estabilidad presupuestaria.

Así lo señala Axesor en un informe de coyuntura, donde asegura que la inversión de las empresas ya perdió fuerza en el segundo semestre de 2015 y advierte de que será el componente de la actividad «más afectado» hasta que no se resuelva la ingobernabilidad.

A su parecer, la inestabilidad política afectará al menos durante el primer trimestre, dado que aún no se puede descartar que se tengan que repetir las elecciones generales. Además, la desaceleración de la inversión de las empresas explica que la creación de empleo pierda intensidad y justifica la desaceleración del consumo prevista para 2016.

Según Axesor, la falta de gobierno o de un gobierno estable también podría retrasar la necesidad de corregir eventuales desviaciones en la ejecución presupuestaria, cuyo cumplimiento es «esencial» para preservar la confianza de los agentes. Además, las eventuales mayores reducciones de gasto podrían comportar efectos negativos sobre la actividad a corto plazo.

Axesor cree que las reformas del nuevo gobierno deberían ir orientadas a modernizar España desde la meritocracia y la rendición de cuentas, abriendo todos los caminos necesarios en aras a la libre competencia en los mercados, las instituciones independientes e inclusivas y la mejora del capital humano.

En concreto, considera que habría que poner especial atención en el mercado de trabajo, las finanzas públicas y la cohesión social. En el mercado de trabajo, apuesta por el contrato único indefinido, la movilización de los parados mediante políticas activas de empleo o los incentivos a las empresas que reduzcan la temporalidad, empleabilidad.

En cualquier caso, Axesor espera que el PIB crezca un 2,6% en 2016, después de haber cerrado 2015 con un crecimiento del 3,2% gracias al crecimiento de la demanda interna y en el aumento del gasto y del empleo público, lo cual «no es sostenible».

Pese a la menor demanda de inversión y la ligera ralentización de la creación de empleo, se espera que el consumo de los hogares mantenga un elevado dinamismo, impulsado principalmente por la evolución favorable del empleo y por el mantenimiento del impacto expansivo sobre la renta disponible de la caída del precio del petróleo, la reducción de los tipos de interés y de la imposición directa y la devolución de la paga extra de los empleados públicos.

SE RALENTIZARA EL CONSUMO

Estos factores, según Axesor, irían perdiendo fuerza a lo largo de 2016 (con la excepción posiblemente del precio del petróleo, que podría seguir cayendo), lo que impulsará a una cierta moderación del consumo final de los hogares conforme avance el año, hasta el 2,8% previsto para 2016.

El consumo público y la construcción, que han crecido de manera notable en los primeros nueve meses de 2015, ralentizarán su crecimiento en 2016. De hecho, el nuevo Gobierno tendrá que recortar previsiblemente la desviación de déficit, por lo que la construcción y el consumo público estarán más débiles.

Las exportaciones, por su parte, crecerán un 3,9%, mientras que las importaciones, por su parte, también crecerán «holgadamente» empujadas por el fuerte crecimiento del PIB, con una tasa interanual que se situará un punto por encima del crecimiento de las exportaciones, en el 4,9%.

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