La corrección llega a las bolsas europeas ante la la necesidad de nuevos signos de fortaleza para seguir avanzando. El Ibex 35 también cotiza este 15 de marzo de 2016 con descensos al borde de los 9.000 puntos.
El hecho de que el selectivo español fuera el único de los índices europeos que cerró ayer con nuevo máximo creciente justifica la prudencia que se debe tener a la hora de acercarse al mercado.
En la jornada anterior los índices europeos volvieron a demostrar que tienen ganas de seguir con las subidas después de la reunión del BCE del pasado jueves. Todos subieron pero el cómo lo hicieron demuestra que la fiesta empieza a cansarles.
De hecho, el Ibex 35 fue el único que consiguió cerrar por encima de su máximo creciente.
El hueco que se abrió al alza ayer a partir de los 9.090 puntos es un soporte que no debería ser perdido al cierre de una jornada si queremos seguir hablando de fortaleza.
El problema es que esa señal de fuerza no se vio en el resto de índices europeos lo que a juicio de los citados analistas, esto es algo que debe vigilarse por si esta falta de confirmación es simplemente temporal o acaba siendo el aviso de un inicio de agotamiento comprador.
De hecho, aunque el rebote de los últimos días puede tener continuidad en el corto plazo, es necesario ver más para confiar en que se amplíe más allá de ese corto plazo.
Para que podamos hablar de que las subidas de las últimas semanas son algo más que un rebote por sobreventa y se aleje el riesgo de que pueda volver a imponerse la tendencia bajista de los últimos meses, es preciso que las subidas tengan continuidad y los índices europeos cierren los huecos que abrieron en la primera jornada del año, que en el caso del Eurostoxx 50 se generó a partir de los 3.267 puntos.
Hasta ahí podría haber margen de subida, si bien es cierto que, una vez alcanzados los objetivos mínimos que manejábamos para el rebote, las dificultades podrían aumentar y en cualquier momento podría existir un contraataque bajista.
