El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, ha defendido este viernes la necesidad de modernizar los actuales instrumentos de defensa comercial de la Unión Europea, con el objetivo de poder actuar ante crisis como la que actualmente vive el sector del acero comunitario, debido a la sobrecapacidad global y a la competencia desleal de países como China.
Así, en declaraciones a los medios tras participar en el Consejo de Comercio de la UE, García-Legaz ha explicado que hay un «acuerdo bastante generalizado» entre los socios comunitarios sobre el hecho de que Europa tiene que modernizar estos instrumentos, aunque no únicamente para responder a crisis como la del sector del acero. En cualquier caso, ha recordado que hay plantas «muy importantes» de esta industria en España que generan mucho empleo y que son el suministrador principal del sector del automóvil y de las energías renovables. «No podemos prescindir de un sector tan importante, y menos si el daño que se genera viene por prácticas desleales comerciales», ha añadido. En rueda de prensa tras la reunión, la ministra de Comercio de Países Bajos, Lilliane Ploumen, que este semestre ostenta también la presidencia de la UE, ha señalado, sobre la modernización de los instrumentos de defensa comercial, que los Estados miembros se han comprometido a «seguir sin demora con el trabajo técnico en este sentido». En la misma comparecencia de prensa, la comisaria del ramo, Cecilia Malmström, ha recordado que la Comisión Europea ha iniciado hoy mismo una investigación antisubsidios a las importaciones de planchas laminadas en caliente procedentes de China, a la vez que ha apuntado que Bruselas «hace todo lo que puede con los instrumentos actuales». Así, en relación a la modernización de éstos, la comisaria ha señalado que el «útil» debate mantenido con los países de la UE ha conseguido avances sobre la cuestión, pero ha expresado que es necesario que «madure un poco más». En relación a la concesión al gigante asiático del estatus de economía de mercado, una decisión que debe tomar la UE este año y que tendría efectos sobre el trato a las importaciones chinas, García-Legaz ha apostado por estudiar si la OMC obliga a hacerlo, pero que con independencia de esta decisión, modernizar los instrumentos comerciales. «Podría ser compatible el estatuto y actuar de forma sistemática cada vez que se detecten prácticas desleales. Parece que es lo que tiene más sentido: no tanto actuar en contra de lo que haya afirmado la OMC, sino con las reglas en la mano», ha manifestado.
