Linde advierte de que la capacidad de la política monetaria no es «ilimitada» y pide más reformas

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ha advertido este miércoles de que la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) no puede sustituir a las reformas orientadas a mejorar la competencia y el funcionamiento de los mercados, ni puede contribuir directamente a mejorar la calidad de la política fiscal, ni tampoco a la mejora de la gobernanza de las instituciones europeas.

«La capacidad de la política monetaria para afrontar los retos que plantea una situación como la que estamos viviendo no es ilimitada», advirtió Linde, quien reiteró que sentar las bases para una recuperación «sólida y duradera» de la actividad, la inversión y el empleo exige el concurso del resto de políticas económicas.

En este sentido, ha abogado por potenciar la inversión pública en la UE, «especialmente» en el área de las infraestructuras, un sector en el que algunos países que disponen de espacio fiscal han acumulado un «considerable déficit» de inversión en el pasado.

Así, ha asegurado que estos países, aunque sin nombrarlos, podrían mejorar su crecimiento potencial dada la relación positiva existente entre el tipo de gasto público y la productividad, aunque ha aclarado que esta situación debe darse «al menos cuando los proyectos de inversión son seleccionados, diseñados y ejecutados de forma eficiente».

En su intervención durante la jornada inaugural del ‘II Foro Global de ingeniería y obra pública’, que se celebra esta semana en los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), Linde ha abogado por, en paralelo a esta inversión, apoyar la recuperación en el corto plazo en el conjunto del área del euro.

«En definitiva, se debería reforzar la coordinación de las políticas fiscales con el objetivo de favorecer que aquellos que disponen de espacio fiscal lo utilicen, mientras que los que presentan mayores niveles de endeudamiento prosiguen con la consolidación de sus cuentas públicas», ha manifestado.

Igualmente, ha defendido que los países de la zona euro deberían utilizar los «márgenes de maniobra» que contempla el Pacto de Estabilidad y Crecimiento para, dependiendo de sus circunstancias particulares, apoyar la demanda agregada y la expansión de la actividad.

No obstante, ha reconocido que, en muchos casos, la «situación precaria de las finanzas públicas deja poco espacio para medidas de estímulo», como una disminución de la recaudación impositiva o un incremento del gasto público, especialmente porque los países con una mayor capacidad de producción sin utilizar son también aquellos que registran mayores niveles de deuda pública.

Sin embargo, ha añadido que la contribución de la política fiscal al crecimiento no viene determinada exclusivamente por los niveles de ingresos y gastos, sino también por su composición. En este sentido, ha comentado que existe un margen «más o menos amplio», según los países, para reorientar la estructura impositiva hacia impuestos menos distorsionadores y más favorables al crecimiento.

CAPACIDAD FISCAL PARA «NO SOBRECARGAR LA POLITICA MONETARIA».

Linde también ha reivindicado la necesidad de desarrollar una capacidad fiscal para el conjunto del área que permita no «sobrecargar» la política monetaria en circunstancias, como las actuales, de «grandes dificultades económicas».

De esta forma, ha señalado que «en ausencia de mecanismos más ambiciosos», es más «conveniente» reforzar los instrumentos ya disponibles, como el Plan Europeo de Inversiones, el denominado Plan Juncker. En este sentido, ha apuntado que una «reorientación» de los fondos estructurales no utilizados del presupuesto europeo hacia este instrumento «podría contribuir a que se realicen proyectos que no encuentran financiación en el entorno actual de incertidumbre, y a que se materialice el despegue de la inversión productiva que, para el conjunto del área del euro, sigue dando todavía signos de debilidad».

Finalmente, ha advertido de que más a medio plazo, la combinación de una demografía negativa, un bajo crecimiento de la productividad y elevados niveles de deuda pública y privada «limitan la capacidad del área del euro para recuperar los ritmos de avance previos a la crisis, generando un caldo de cultivo para el desencanto y la desconfianza en el proyecto europeo».

«Por ello, resulta esencial que los gobiernos retomen el impulso reformador para optimizar el funcionamiento de los mercados de factores y productos, mejorar el entorno empresarial y completar el marco de gobernanza del área del euro», ha concluido.

TIENDAS

TODO DE TU TIENDA FAVORITA

Encuentra las mejores ofertas de tu tienda online favorita

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído