Fitch ha confirmado el rating ‘BB’ con perspectiva negativa para Cataluña por la incertidumbre política en la comunidad, tras el anuncio de la moción de confianza del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y la falta de acuerdo con la CUP para dar luz verde a los presupuestos.
La agencia de calificación crediticia ha sostenido que el Fondo de Liquidez Autónomico (FLA) ayudará a la comunidad catalana a hacer frente a la deuda de este 2016.
No obstante, la perspectiva negativa refleja el impacto de una posible separación «abrupta» de España y la consiguiente retirada del apoyo económico del Estado en el medio plazo, lo que revertiría en las arcas de Catalunya y en una creciente deuda con riesgo de liquidez.
A la incertidumbre política de Cataluña, se suma, ha destacado Fitch, que el Gobierno central continúe en funciones tras las elecciones generales de junio, y ha considerado que el futuro político de Cataluña no se aclarará hasta que el Ejecutivo central se haya formado.
En este sentido, la agencia de calificación crediticia ha indicado que seguirá de cerca los acontecimientos en Cataluña, y ha advertido de que puede rebajar el rating si el apoyo de liquidez del Estado se debilita.
Ha añadido que si el entorno político de Cataluña se normaliza, podrá restaurar la calificación ‘BBB-‘ para la comunidad catalana.
