Lloyds Banking Group, entidad en la que el Gobierno británico mantiene una participación del 9%, ha anunciado este jueves que cerrará unas 200 sucursales y recortará alrededor de 3.000 puestos de trabajo hasta finales de 2017 con el objetivo de ahorrar 400 millones de libras adicionales (475 millones de euros).
El mayor banco minorista del Reino Unido, que aprecia una mayor incertidumbre para las perspectivas económicas del país tras el reciente referéndum sobre la UE, espera lograr para el próximo año un ahorro de costes de 1.400 millones de libras (1.664 millones de euros), frente a los 1.000 millones de libras (1.190 millones de euros) previstos inicialmente. «Una desaceleración del crecimiento parece probable, sin embargo Reino Unido entra en este periodo de incertidumbre desde una posición de fortaleza», destacó el consejero delegado del banco, António Horta-Osório. En este sentido, el banquero portugués advirtió de que «el impacto del referéndum en el grupo depende de los resultados económicos y políticos, que siguen siendo inciertos» y adelantó que Lloyds generará este año unos 160 puntos básicos de capital CET1 por el impacto del referéndum y, particularmente, el efecto del tipo de cambio sobre los activos de riesgo. En el primer semestre del año, Lloyds Banking Group obtuvo un beneficio neto de 1.857 millones de libras (2.208 millones de euros), duplicando su resultado del mismo periodo de 2015. El beneficio subyacente del banco en el primer semestre retrocedió un 5%, hasta 4.161 millones de libras (4.947 millones de euros). Sin tener en cuenta el impacto de TSB, que vendió al Sabadell el año pasado, el dato habría caído un 2%. La cifra de negocio de la entidad entre enero y junio alcanzó un total de 8.875 millones de libras (10.552 millones de euros), un 1% menos que un año antes. El Gobierno británico mantiene una participación del 9% en Lloyds Banking Group, entidad en la que llegó a controlar el 43% durante la crisis.
