El consejo de política monetaria del Banco de Japón (BoJ) decidió en su reunión de este miércoles introducir una novedosa modificación en su programa de compra de activos (QQE), cuyo objetivo a partir de ahora será mantener la rentabilidad del bono nipón con vencimiento a diez años en los niveles actuales, en torno al 0%, con el objetivo de alcanzar una inflación interanual del 2% «lo antes posible».
De este modo, la institución abandona la base monetaria como referencia de su programa de flexibilización cuantitativa y cualitativa y establece este nuevo criterio basado en el «control de la curva de rendimiento», bajo el cual comprará deuda soberana a largo plazo con el objetivo de mantener la rentabilidad del bono a 10 años cerca del 0%. No obstante, el volumen anual de compra de deuda a largo plazo del instituto emisor japonés para incrementar la base monetaria se mantiene en el ritmo actual de 80 billones de yenes (707.436 millones de euros). Así, el BoJ anunció que seguirá aumentando su base monetaria hasta que la inflación interanual «exceda» y se «estabilice» por encima del 2%, mientras que en reuniones anteriores no consideraba superar este umbral. Además, la institución señaló que su programa de compra de activos ha estimulado la actividad económica y ha incrementado los precios, situación por la cual Japón «ya no se encuentra en deflación». Por su parte, el tipo de interés de determinados excesos de liquidez que las entidades financieras niponas tienen depositados en la institución se mantiene en el -0,1%. De este modo, el BoJ sigue aplicando un interés del 0,1% a las reservas bancarias existentes, mientras que la tasa será del 0% para el exceso de reservas generado dentro de las exigencias del progrma para estimular el crédito y solo se cobrará un 0,1% a los bancos por el exceso de liquidez depositado que supere la suma de los dos casos anteriores. La decisión de la institución provocó un repunte del 1,91% del Nikkei impulsado por la banca, hasta alcanzar el nivel de los 16.807,62 puntos, mientras que el rendimiento del bono nipón a diez años se incrementó en 3,56 puntos básicos, hasta el -0,022%.
