El exconsejero de Caja Madrid Antonio Romero ha insistido en una nueva sesión del juicio por el uso de las tarjetas ‘black’ que hizo cargos a su Visa los fines de semana porque la actividad que desarrollaban en la entidad no se circunscribía únicamente al periodo de lunes a viernes.
A preguntas de las partes, el que fuera vicesecretario de organización del Partido Socialista de Madrid, que cargó 252.009 euros a su plástico según consta en el desglose de gastos aportado por Bankia, ha aclarado que la visa tenía «cierta libre disposición», aunque había establecido un límite de gasto que era necesario cumplir. El fiscal Anticorrupción Alejandro Luzón le ha atribuido gastos en restaurantes, transportes, desplazamientos y, aunque Romero no ha reconocido ese desglose y no otorga «credibilidad» al documento, ha afirmado que se hicieron desembolsos «los días de fiesta» porque, en calidad de representante de corporaciones municipales, tenían actividad los fines de semana. GASTOS TRAS DEJAR EL CARGOAsí, ha dicho ante el tribunal que preside Angela Murillo que hizo uso de la tarjeta opaca dos meses después de dejar Caja Madrid «hasta agotar el saldo» tal y como le dijeron, si bien acabó destruyéndola por orden de Jesús Rodrigo, sustituto de Enrique de la Torre al frente de las secretaría del Consejo de Administración de Caja Madrid.
Romero, para el que la Fiscalía pide 4 años de prisión y una multa de 81.000 euros por un delito continuado de apropiación indebida, ha añadido que su tarjeta fue clonada en una ocasión, motivo por el cual se le acabó bloqueando y entregando una nueva. Los 65 exaltos cargos y consejeros de Caja Madrid y Bankia se enfrentan a penas que van de entre uno y seis años de cárcel por los gastos que efectuaron con los plásticos y que ascienden a 12,5 millones de euros en los ejercicios comprendidos entre 2003 y 2012.