La Comisión Europea ha destacado que durante la última ronda de negociaciones del acuerdo de libre comercio con Estados Unidos conocido como TTIP, que ha tenido lugar a lo largo de toda esta semana en Nueva York, ambas partes han conseguido un «significativo progreso» en algunas de las áreas del tratado.
El jefe negociador del Ejecutivo comunitario, Ignacio García Bercero, ha subrayado en rueda de prensa tras las conversaciones que la UE y Estados Unidos se han centrado en los textos consolidados y en eliminar las diferencias existentes sobre las propuestas existentes. «Nuestros equipos han trabajado extremadamente duro y han conseguido un significativo progreso en alguna de las áreas», ha destacado García Bercero. A modo de ejemplo, ha señalado que los negociadores han dedicado mucho tiempo a debatir sobre cuestiones normativas, en espacial sobre la coherencia legislativa, las barreras técnicas al comercio, cuestiones sanitarias y fitosanitarias y los nueve sectores específicos identificados antes de que comenzaran las conversaciones, entre ellos los sectores del automóvil, el farmacéutico, el químico, los cosméticos, los pesticidas, el textil y los equipos médicos. «El progreso en algunos de estos sectores es muy alentador. Por ejemplo, hemos estado hablando sobre actualizar el acuerdo de reconocimiento mutuo de prácticas de fabricación en el sector farmacéutico», ha expresado el jefe negociador de Bruselas. En cualquier caso, García Bercero ha apuntado que ahora ambos equipos negociadores tendrán que informar sobre el resultado de las conversaciones de esta ronda y serán ellos quienes decidan los próximos pasos. En el caso de la UE, los ministros de Comercio abordarán la cuestión en su encuentro del 11 de noviembre, mientras que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE discutirán los avances en las negociaciones en el Consejo europeo de finales de mes. Los ministros de Comercio de los Veintiocho ya reconocieron durante su última reunión, a finales de septiembre, que no era «realista» la posibilidad de cerrar el acuerdo con Estados Unidos durante el mandato Barack Obama, al mismo tiempo que asumieron una «pausa natural» de las conversaciones hasta que se nombre a un nuevo presidente.
